lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo 1.

 Cuando llegue al refugio observé por la ventana a un lado de la puerta, Frank estaba hablando algo enojado, como siempre, su humor no era tan bueno, pero él era un gran hombre. Corrí hacia la ventana de la escalera, la abrí y entré sigilosamente logrando que nadie me viera, la cerré y subí las escaleras, entré a mi habitación dejando la puerta entreabierta. 
-Oigan, falta _____, ¿alguien la vio? -Preguntó de pronto.
-¡Yo la vi! Anoche salió, no durmió aquí. -Me quité la ropa rápidamente y me coloqué el pijama, dios mío, maldita perra. Oí pasos subiendo la escalera y alcancé a meterme a la cama y taparme a tiempo. La puerta se abrió y él movió mi cuerpo.
-_____, hace horas que te estoy hablando.
-Déjame dormir Frank. 
-Son las cuatro de la tarde, no almorzaste y Judy me dijo que te vio saliendo anoche. 
-Por favor, ¿piensas que si me hubiera ido estaría ahora en pijama? ¿Le vas a creer a una niña de 16 años o a una de 25? 
-No lo sé...
-Frank, estoy hablando en serio. -Se quedó un minuto en silencio.
-Está bien, pero quiero que bajes ahora, dormiste demasiado.
-En un minuto. -Le contesté volviendo a taparme. Me dio un golpecito en el hombro y por fin salio, tomé el jean negro roto y una de las pocas remeras que tenía, luego me volví a colocar mis botas y mi chaqueta de cuero y bajé las escaleras. Ya en el living de la casa me coloqué en la fila. Frank siempre quería estar seguro de que no faltara nadie, al menor que faltaba lo mandaba a buscar, al mayor ya no lo dejaba entrar nunca más, era duro, pero justo. Miré furiosa a Judy que me dirigió una sonrisa burlona. 
 Cuando Frank acabó de contarnos faltaba el pequeño Tim, de 15 años, adicto a la cocaína y a las peleas de calle. 
-_____, Adam, ya que fueron los últimos en despertarse, vallan a buscar a Tim, tienen una hora y media, si necesitan mas tiempo simplemente me llaman. -Asentimos con la cabeza y salimos. Comenzamos a caminar.
-¿A dónde te fuiste ésta vez? 
-A visitar a Juliet para pedirle droga, pero no la encontré.
-Eres una idiota, morirás si sigues haciéndolo, mira tu brazo. -Levanté mi manga y estaba morado.
-Lo se, pero sabes que es difícil, además tú también sigues consumiendo.
-Si, es difícil, pero sabes que si Frank se entera de que te escapas para drogarte te echará, no eres menor.
-No se enterará.
-No lo sabes. -No le contesté y comenzamos a observar entre los edificios, los callejones pero no había nadie.
-Separémosnos, nos encontramos en 15 minutos aquí. 
-Bien. -Contestó y tomamos diferentes caminos, observé todos los rincones, pero el pequeño no aparecía hasta que oí un fuerte grito seguido de un disparo, corrí a toda velocidad por el camino hacia donde se había ido Adam y me encontré con una horrible escena, estaba tirado en el piso y el pequeño Tim estaba a su lado, se veía muy asustado.
-¡¿Qué sucedió Tim?! -Corrí hacia él y lo observé, la sangre salía descontroladamente de su brazo.
-L...le dis...dispararon. -Tartamudeó nervioso, le lancé mi teléfono.
-Llama a una ambulancia ahora mismo por favor. -Me hizo caso y llamó. Cinco minutos después los paramédicos llegaron y lo colocaron en una camilla, no me dejaron subir. Corrí de la mano de Tim de nuevo hacia el refugio, mis lágrimas caían.
-¡Frank! -Corrí por toda la casa hasta que lo encontré en la cocina.
-¿Qué sucede? -Se acercó a mi preocupado.
-Le dispararon a Adam, se lo llevó la ambulancia y no me dejó ir con él, ve Frak, por favor, asegúrate de que esté bien, ve. 
-Oh mi dios, en seguida voy, la señora Cole se quedará a cargo. -Le dio una mirada de disculpas a la cocinera, la señora Cole y salió rápidamente de allí. Ella me tomó el rostro y secó mis lágrimas.
-Todo estará bien, el chico estará bien, tranquila... 
-El es mi único amigo aquí. 
-Lo seguirá siendo, vendrá con vida, ya lo verás. -Acarició mi cabello y luego tomó a Tom. -¿Por qué escapaste?
-N...no me gus...gusta estar aquí. -Jamás me había enterado de que era tartamudo, jamás hablaba con nadie.
-¿A dónde quieres ir? -Negó con la cabeza. -¿No tienes donde? -Volvió a negar. -Entonces quédate, te aseguro que éste lugar es mejor que dormir en la calle. -Ésta vez asintió. Dejé la cocina y corrí hacia mi habitación, se que tenía tareas de la casa que hacer, como todos los días, pero con éste acontecimiento no podía ni hablar. Cerré la puerta y me acosté en la cama de Adam abrazando su oso de peluche. Él tenía apenas 17 años y estaba aquí desde los 14 por ser adicto a la cocaína, igual que muchos aquí. Sus padres habían muerto en un accidente y vivía junto a su tío golpeador, hasta que se escapó de la casa y logró venir hasta aquí. Él me salvó, Adam me salvó la vida, me encontró en un callejón drogada y casi muerta y me trajo hasta aquí, era como mi ángel, mi único amigo en ésta asquerosa ciudad...

Sinopsis.

 Los gritos de un hombre lograron que abriera los ojos.
-¡Fuera de aquí maldita vagabunda! Búscate otro lugar para dormir.
-Ya maldito viejo, ya me voy. -Me levanté adormilada y enojada, tome un pedazo de lechuga del basurero y se la lance hacia la espalda riendo, salí corriendo como loca hasta llegar a otro callejón, ya allí me senté en el piso y saqué la jeringa de mi bolsillo. Bien, seguía teniendo liquido. Até una cuerda a mi brazo y cuando al fin encontré mi vena la clavé justo allí, suspiré, ¿qué fecha es hoy? Creo que noviembre... ya se cumplirían dos años desde que llegué a Jacksonville, Florida, y todavía no sabía nada de mi, solamente como me llamaba, _____, ni siquiera mi apellido. Era horrible, odiaba estar aquí sin saber ni siquiera quién era, no recordaba nada de mi pasada vida, lo único que recuerdo fue a una mujer... rubia y de pelo corto, me entregó la jeringa, ella es magnífica. Igualmente mi vida era una completa tortura, si Frank se entera de que volví a dormir en la calle y no en el refugio y que además me volví a drogar me echaría. Si, vivía en un asqueroso refugio, pero debía aceptar que era mejor que vivir en la calle, a excepción de ayer... Se volvió loco porque Heather trató de irse...

                       *Flashback*

-Escúchame Heather, te estoy dando todo, una casa, un hogar, si no fuera por mi estarías muerta, ¿por qué quieres irte? ¿quieres dejar todo ésto solamente por un chico? ¡El es drogadicto y alcohólico! 
-¡Pero lo amo!
-Si lo amas, déjalo ir, ¿no lo recuerdas? Deja de lado lo que no te hace bien, tú mereces más.
-Claro que no, soy una puta drogadicta pobre y estúpida, ¿quién me querría? 
-Eres hermosa Heather, ya, te quedarás y punto. -Tomó un jarrón y lo lanzo hacia una pared haciendo que explotara y provocara un estruendoso ruido, a todo ésto yo estaba espiando por mi puerta con Adam, mi compañero de cuarto. 
-¡Déjame vivir Frank, no eres mi maldito padre! -La tomó del brazo para que no lo golpeara.
-¿Entonces quieres irte? Bien, vete, tienes razón, no soy tu padre, pero te quiero cuidar. Vete, si crees que es lo mejor pues vete de una vez, pero éstas puertas ya no estarán abiertas para ti nunca más. -Dijo más que furioso, la soltó y golpeó la pared fuertemente con su puño, cuando notamos que se dirigía hacia nuestra puerta la cerramos rápidamente, pero fue demasiado tarde, entró y nos miró seriamente.
-No es correcto que escuchen conversaciones ajenas, pero, ¿saben qué? Si los veo otra vez fuera en horarios no permitidos terminaran como ella, solamente es una advertencia. -Dio un portazo saliendo de la habitación, y apenas lo hizo yo y Adam estallamos de la risa.
-Ésto parece una puta novela. -Me dijo.
-¡Es verdad! 

                                     *Fin flashback*