jueves, 30 de enero de 2014

Capítulo 5.

*Narra _____*

 Me desperté al sentir unas manos acariciando mi rostro, abrí los ojos lentamente y observé a Zack que me acariciaba la mejilla.
-Buenos días.
-Hola. -Contesté estirándome.
-Acaba de llegar el desayuno. -Asentí, me levanté desganada y ambos nos dirigimos hacia la cocina.
 Al acabar el desayuno salimos, Austin y Adam nos estaban esperando en la puerta.
-¿Hacia su empresa? -Pregunté, todos asintieron al mismo tiempo y nos dirigimos hacia el ascensor.
 Ya en el auto Austin comenzó a manejar hasta llegar al enorme edificio, donde todos nos bajamos y entramos hacia la recepción.
-Buenos días, ¿qué se les ofrece? -Preguntó la mujer de unos 40 años aproximadamente.
-Queríamos ver al señor Biersack. -Contestó Zack.
-¿Arreglaron una cita?
-No.
-Oh, bien, el señor Biersack se tomó unos días, volverá al trabajo dentro de unas cuatro semanas.
-¿Cuatro semanas? ¿Y no nos puede dar su dirección?
-Me temo que no, no puedo ofrecerles ése tipo de información, lo siento. Pero si quieren le dejo un mensaje.
-No, está bien, gracias. -Contesté y todos salimos hasta volver a subirnos al auto.
-¿Y ahora qué? -Preguntó Adam.
-¿No tienen su dirección?
-Mike dijo que se mudó con su novia y no pudo averiguar la dirección exacta, pero podemos ir a su antiguo departamento para preguntarle al nuevo inquilino si sabe algo.
-¡Entonces vamos! -Dije algo emocionada, comenzó otra vez a manejar hasta parar en otro enorme y lujoso edificio. Volvimos a bajar y Austin presionó uno de los botones del portero mecánico.
-¿Si?
-Hola, queríamos hacerle algunas preguntas sobre la persona que vivió aquí antes de usted.
-Es mi yerno, puedo hablarle sobre él. -Rió y nos dirigimos hacia el ascensor y a llegar al piso 16 caminamos a la puerta del departamento, tocamos y una bonita señora mayor rubia y bajita.
-¡Cuántos niños! Pasen por favor. -Volvió a reír tiernamente y nos dio la mano a todos mientras entrábamos. -Siéntense por favor. -Apuntó a un enorme sofá aterciopelado rojo y todos nos sentamos, ella en un sillón de tamaño más reducido pero igual que éste. -Mi nombre es Julia. 
-Mucho gusto señora, nosotros somos Austin, Adam y _____. Como le decía, veníamos a preguntarle sobre Andy, es o era nuestro amigo y vinimos a visitarlo. Venimos de California y él se mudó aquí sin siquiera despedirse, solamente queríamos verlo.
-Bueno, comenaré por lo principal. Me regaló éste departamento para mi cumpleaños, es muy adinerado, tanto que me incomoda. -Rió y nosotros la seguimos. -Oh, si, él conoció a mi hija en un vuelo desde California, ya me había contado... No sé si hoy o mañana estarán disponibles, el sábado se casan y quieren relajarse un poco luego de los grandes preparativos que han hecho. Puedo darles una invitación, en seguida se las traigo. -¿Andy se casa? Wow, jamás lo hubiera imaginado, ¿soy tan fácil de olvidar? Se paró y un minuto después volvió con un sobre color gris cerrado con una cinta negra, le quité el nudo y quité la tarjeta blanca de adentro, que decía la fecha y el lugar en bonita letra cursiva. 
-Espero verlos allí, ¿necesitan algo más? ¿un té? 
-Claro que estaremos allí señora Julia, y no, gracias, debemos irnos. -Le sonreí.
-Por favor, solamente Julia querida. Está bien, los acompaño. -Se volvió a parar y ésta vez todos la seguimos, volvimos a darle la mano.
-Gusto en conocerla Julia, gracias por la información.
-No hay de qué, nos vemos el sábado chicos. -Salimos del departamento y ella agitó la mano una vez más en forma de saludo, nos volvimos a subir al ascensor pero nos topamos con... ¿Andy? Estaba junto con una chica rubia, la que supuse que era su ahora prometida. Me observó muy sorprendido, como si hubiera visto un fantasma.
-¿Andy? ¿Estás bien? Salgamos... -Le dijo la bonita chica, pero él se quedó inmóvil fuera del ascensor, sin decir una palabra.
-¡Andy! -Gritó Austin, haciendo que parpadeara un par de veces y me quitara la vista. 
-L...lo siento Tay. Hola Austin, Adam, _____, tanto tiempo sin verlos. -Contestó con una media sonrisa perplejo.
-Verdad que si, ni siquiera te despediste. -Golpeó su hombro despacio. 
-Taylor, quiero presentarte a mis amigos... Ella es _____ Worsnop Evans, él Austin Carlile y él Adam no sé cuánto. -Reímos- Supongo que vienen de California. Chicos, ella es mi prometida, Taylor Momsen. -Ella nos dirigió una sonrisa amable y feliz estrechando nuestras manos.
-Gusto en conocerlos a todos. -De pronto su sonrisa se borró y miró a Andy horrorizada, luego a mi y otra vez a Andy. 
-¿Sucede algo cariño? -Preguntó tomando su mano.
-_____... -Contestó mirando al suelo, yo la observé intrigada.
-¿Qué sucede conmigo? 
-Tú eres _____. -Repitió mirándome a los ojos, yo reí.
-Si, creo que si. -Todos fruncieron el ceño, Andy me volvió a observar pero no pude descifrar su mirada, era de... ¿frustración? ¿tristeza? ¿enojo? ¿Enojo por qué? ¿Tristeza porque me extrañó? Claro que no, se casará en dos días, obviamente no me extraña, tiene una vida después de mi, y está perfecto, ni siquiera lo conozco... 
-Lo lamento muchísimo. -La sonrisa de Taylor volvió a aparecer de pronto. 
-¿Qué hacían aquí? 
-Solamente queríamos ver si estabas bien, como no sabíamos nada de ti desde que _____ volvió a California estábamos preocupados. -Contestó Zack por mi y tomó mi mano. 
-Estoy perfectamente como verán. -Le sonrió a la chica y ella se la devolvió con una mirada llena de amor. -¿Necesitan algo más? ¿Alojo o algo? ¿Cuándo se van?
-Luego del sábado creemos.
-Seguramente mamá les dio la invitación, está más emocionada que nosotros dos. -Todos reímos. 
-Si, tu madre es una persona muy agradable Taylor. -Contesté con amabilidad.
-Lo sé, le tiene mucha confianza a las personas, es en verdad increíble. 
-Es igual a ti. -Le susurró Andy, haciendo que soltara una risita. 
-Bien, creo que debemos irnos, felicidades a ambos y nos vemos el sábado, también estamos emocionados. -Dijo Austin riendo, nos volvimos a estrechar las manos pero cuando sentí el tacto de Andy sentí un fuerte escalofrío recorriendo mi cuerpo, lo solté, le sonreí y nos subimos al ascensor.

*Narra Andy*

Al acabar ésa rara conversación con los chicos creo que seguía perplejo... Oh dios mío, seguía tan hermosa como siempre, y ahora se veía mejor que antes, con su esbelta figura y su bonita ropa, casi como cuando la conocí pero mucho más adulta. Traté de reprimir un sollozo al ver una cicatriz de corte en su cuello y su mentón. No podía salir del shock, tenía ganas de correr hacia ella y abrazarla con todas mis fuerzas, pero no podía, ¡me casaré en dos días! Y estaba seguro de que Taylor era la mujer perfecta, con la que quería pasar el resto de mi vida. Sentí el sacudón de mi brazo.
-Andy, por favor, respóndeme.
-¿Qué? Lo lamento, estaba distraído.
-¿Quién es ella?
-Es una amiga Taylor.
-No me engañes, debe ser alguien importante para que digas su nombre en sueños. ¿Acaso es tu ex?
-¡Claro que no! Oye, por favor, no discutamos. Ella es pasado, es una amiga que en verdad extrañaba, solamente una amiga, ¿bien? 
-No lo sé. -Contestó dudosa mirando al piso, levanté su barbilla haciendo que me observara a los ojos.
-Confía en mi, eres la única y siempre lo serás, ella es... no lo sé, es ella, es mi amiga, o lo era en un pasado. -No contestó. -Taylor, por favor. 
-Está bien. -Besó mis labios y volvió a tomar mi mano llevándome hacia el departamento de su madre, que apenas abrió la puerta nos abrazó fuertemente.
-Acaban de irse unos amigos tuyos Andrew, les di una tarjeta para la boda. -Rodé los ojos.
-Julia, dime Andy por favor. 
-Me gusta Andrew. -Me tomó de la mano llevándome hacia el sofá donde nos sentamos, yo reí.
-Bien, si a ti te gusta llamarme así... -Es impresionante lo iguales que eran respecto a la personalidad, tanta confianza y amabilidad. Y por unas horas olvidé por completo el encuentro de unos minutos con ella... la mujer que alguna vez fue mi todo... 


miércoles, 29 de enero de 2014

Capítulo 4.

 Me desperté otra vez en la cama. Por fin había pasado un año... Tres de enero. Recordé algunas cosas sobre mis amigos y familia. Recordé mi relación con Kellin y las entrevistas, pero no recordaba absolutamente nada de Andy, por desgracia. No había sabido nada de él, Mike me dijo que había hablado con él y que había cambiado todos sus números, que ahora todo era privado. Pero tenía su dirección, éso era algo. Había hablado con mi madre para decirle que iba a Europa junto con Zack, Adam y Austin, y ella aceptó. Ya era viernes y me cambié la ropa {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=111705595&.locale=es} para luego dirigirme hacia el auto con mamá y Michael pasáramos por los chicos para dirigirnos lacia el aeropuerto. Ya allí, esperamos a que llamaran a nuestro vuelo.


*Flashback*

Bajé las escaleras en pijama y mamá estaba junto con Michael bebiendo café, él leía el diario mientras que ella cocinaba. 
-Hola mamá, Michael. -Besé a ambos en la mejilla.
-Hola hija.
-Buenos días _____. 
-Oye mamá, estaba pensando hacer un viaje a Europa, jamás he ido y bueno, he visto fotos realmente hermosas del lugar, ¿qué te parece?
-Me parece bien, ¿irás con Adam?
-Si, también le preguntaré a Zack y Austin.
-Bien, ¿cuándo piensas viajar cariño?
-La semana que viene tal vez.
-Debes cuidarte mucho.
-Claro mamá, lo haré. -Me senté al lado de Michael, que me dirigió una sonrisa.
-Amarás Europa, es impresionante. -Me dijo.
-Lo sé, es mi sueño. -Contesté comiendo uno de los waffles que mamá acababa de poner en la mesa.
 Al acabar el desayuno subí las escaleras y me cambié la ropa {}, tomé mi teléfono y llamé a Austin, que contestó en un segundo.
-¿Hola?
-Hola Austin.
-¡Nena! ¿Qué necesitas? 
-Hmm, te quería preguntar si querías acompañarme a Europa la próxima semana.
-Claro, sería genial.
-Bien, ¿sacas tú el vuelo?
-Claro nena, ¿nos vemos mañana? 
-Te llamo y nos encontramos aquí, ¿bien?
-Bien, adiós, te quiero.
-Y yo a ti. -Corté y llamé a Zack, también contestó en un segundo pero adormilado.
-Hola amor.
-Hola Zachy, oye, ¿vamos a Europa? -Rió.
-Wow, ¿en serio?
-Si.
-¿Cuándo?
-La próxima semana. 
-Claro, podríamos aprovechar a comprar algunas cosas para la nueva casa, ¿te parece?
-¡Sería genial! Claro que si, ¿vienes mañana a casa?
-Voy, nos vemos mañana, te amo.
-Y yo a ti cariño. 


*Fin Flashback*

Cuando al fin llamaron al vuelo 6, nos levantamos de las sillas y al saludar a mi madre y Michael, nos fuimos, llevando mi pesada maleta en la mano y la mochila en la espalda.

 Llegamos a Europa, la vista era impresionante. Bajamos del avión y tomamos nuestras respectivas valijas. Tomamos un taxi y todos subimos hasta llegar al hotel, el que también era impresionante. 5 estrellas. Teníamos habitaciones reservadas. Yo con Zack y Austin y Adam en habitaciones separadas. Ambos entramos a la habitación y apenas visualicé la cama me lancé a ella, Zack me imitó.
-Eres hermosa.
-Tú también lo eres. -Reí y lo besé.
-¿Que harás cuando encuentres a Andy?
-Nada, solamente quiero saber como está y pedirle disculpas.
-¿Disculpas?
-Si, por mi culpa él se fue de California.
-Pero... 
-¿Pero qué?
-No, nada, vinimos aquí por ti, haremos lo que quieras, pero ya es de noche, durmamos y mañana por la mañana vamos a verlo, ¿bien?
-Está bien, iré a darme un baño. -Besó mi frente y asintió. Me paré y me dirigí hacia el baño.
 Cuando acabé de ponerme el pijama me recosté junto con Zack en la cama, que me tomó de la cintura y me atrajo hacia él abrazándome tiernamente. Dejé que mis ojos se cerraran lentamente hasta quedarme dormida.

*Narra Andy*

Ya eran las nueve de la noche, había pasado todo el día con Taylor de compras, algo que no me entusiasmaba, pero debía hacerlo ya que ambos necesitábamos algunas cosas para la boda. Por cierto, era el sábado... si, nada más que tres días para unirme con mi queridísima Taylor. Lo único que nos faltaban eran las flores y la caja donde iban las alianzas. Todos estábamos en verdad emocionados por ésto, iba a ser una gran fiesta luego de la ceremonia con varios invitados. 
 Cuando terminé de darme la ducha en casa oí abajo el sonido de la puerta principal abrirse, bajé y Tay me observó con una sonrisa.
-Hola. 
-Hola. -Contesté tomándola de la cintura y elevándola mientras la besaba. -¿Qué tal te fue?
-Muy bien, creo que te gustará el vestido.
-Tú te ves hermosa en todo , obviamente me encantará. -La bajé y me abrazó.
-Me alegra que por fin hayas aceptado.
-Ya era momento, creo que sólo necesitaba tiempo, tu gira me hizo entender que no quería dejarte ni un segundo más. -Besé su cabello.
-Te amo.
-Y yo a ti cariño, ¿vamos a dormir?
-No creo que pueda dormir, estoy demasiada emocionada. -Dio unos saltitos, yo reí.
-Debes dormir, no quieres tener unas enormes ojeras el día de nuestro casamiento. 
-Verdad, mejor vamos. -Me tomó de la mano y ambos nos dirigimos hacia nuestro cuarto. 
 Me coloqué el pijama y me recosté junto a Tay, que me observaba apoyada en su mano, se recostó en mi pecho y me dio un último beso antes de que ambos nos durmiéramos.

domingo, 26 de enero de 2014

Capítulo 3.

*Narra Andy*

 Abrí los ojos al escuchar el despertador, lo apagué y abracé por la espalda a Taylor, que dormía plácidamente, besé su mejilla y lentamente abrió los ojos, al voltearse hacia mi sonrió y besó mis labios.
-Buenos días.
-Hola. -Contestó con sus hermosos ojos azules entrecerrados.
-¿Cómo dormiste?
-Siempre duermo bien cuando estoy contigo, ¿y tú?
-Igual. -Le sonreí y besé su rubia cabellera, luego me levanté de la cama y me dirigí al baño, donde me di una rápida ducha, salí y Taylor ya no estaba. Me coloqué el traje y caminé hacia la cocina, llevaba nada más que mi camisa y cocinaba con cuidado.
-Oh, que bella chef. -Enrollé mis manos en su cintura y besé su cuello.
-Deja de desconcentrarme, se quemarán las tortillas. -La besé una vez más y me senté en la silla, donde ya estaba mi café. 
-Oye Andy...
-¿Si?
-Hmm, ¿puedo hablar contigo?
-Aquí estoy nena, dime lo que quieras. -Le sonreí.
-Estaba pensando... ya llevamos mucho tiempo juntos y quería preguntarte si querías mudarte a casa... -La miré pensativo.
-Es una buena idea. -Noté como su cuerpo se relajaba y suspiraba.
-Me hace feliz que te guste la idea.
-Tu felicidad me hace feliz. -Ambos reímos.
 Al acabar de desayunar tomé las llaves del auto y ambos nos subimos. Al llegar a casa de Taylor se bajó luego de darme un largo y apasionado beso.
-Te amo.
-Y yo a ti cariño. -Observé como entraba a la casa y me dirigí hacia la empresa. Al llegar estacioné en el lugar de siempre, me bajé y entré saludando a Carla, la recepcionista. Me subí al ascensor y al llegar a mi oficina abrí el correo, tenía uno de Mike... Dios mío, hace muchísimo que no sabía nada de California, ¿cómo había averiguado mi nuevo email? Lo abrí y comencé a leer. 
*De: Michael Fuentes.
 Para: Andrew Biersack.
 Asunto: Solamente saludar.
 Mensaje: Hola amigo. Quería saber como estabas, hoy hablé con _____, todavía no te recuerda, pero encontró una nota que le dejaste y se siente muy culpable por tu partida, espero que me entiendas y me contestes. Ella está perfectamente, me contó que comenzaba a gustarle Zack, sé que tienes una pareja, te vi en una revista. Espero que estés siendo muy feliz amigo, todos te echamos de menos. Seguramente te estarás preguntando como sé tu email... Me ascendieron, ahora soy el jefe general. Por favor no me asesines. Te repito, te echamos mucho de menos. Te quiero amigo, esperaré tu respuesta. Adiós.*
 Suspiré más aliviando que nunca, ella estaba bien, no la había matado, seguía con vida. Y enamorada de Zack, que estaba bien, porque es un gran hombre para ella... Comencé a escribir una respuesta.
*De: Andrew Biersack
 Para: Michael Fuentes.
 Asunto: Solamente saludar.
 Mensaje: Hola Mike, estoy muy bien, muchas gracias. Me alegro saber que sigue viva y bien, pero dile que ella no tiene la culpa de que me haya ido, que fue mi propia decisión, para el bien de todos. Oh Dios, yo en una revista, malditos paparazzis... Y si, estoy feliz, muy feliz pero también los extraño mucho. Felicidades nuevo jefe general, espero que estés haciendo un buen trabajo, aunque sé que eres muy bueno. También te quiero, pero no volveré, tengo una vida aquí... Espero que me entiendas tu a mi. Saludos de mi parte y adiós.* 
 Hice click en enviar y volví a mi trabajo.
Cuando arranqué el auto mi teléfono comenzó a sonar, contesté sin mirar la pantalla.
-Biersack.
-Hola amor.
-Oh, hola cariño, ¿cómo estás?
-Muy bien, gracias. Oye, necesitaba hablar otra vez contigo.
-Bien, paso por ti en un segundo.
-Te espero afuera. -Cortó y comencé a manejar otra vez hasta llegar a su casa, donde me esperaba apoyada en la pared, se veía feliz, vestía así {243405}, subió al auto y besó mis labios.
-¿Qué tal Biersack? -Se quitó las gafas.
-Hola de nuevo Momsen, linda camisa.
-Oh, la reconociste, en tu departamento te la devuelvo, ¿puedo quedarme?
-¿Por qué te lo negaría? -Reí.
-No lo sé, tal vez te moleste. -Tomé sus mejillas.
-Jamás, amo que estés conmigo, te amo. -Besé sus labios y cuando nos alejamos sonrió. 
-También te amo.
-¿De qué querías hablar?
-En tu departamento. -Asentí y encendió el estéreo y una canción de Red Hot Chili Peppers, Snow, comenzó a sonar. Me hizo recordar a cuando _____ me entrevistó en mi departamento de California, sacudí mi cabeza para quitar ésos pensamientos de mi cabeza y volví a manejar hasta llegar al edificio, donde estacioné y ambos bajamos, nos subimos al ascensor tomados de la mano hasta que llegamos al piso, cerré la puerta detrás de mi y abrí el refrigerador.
-¿Lasagna? -Pregunté, ella negó con la cabeza.
-Ya comí.
-Oh, bien. -Coloqué un poco en el microondas y ambos nos sentamos en el sofá. Encendí el equipo musical y coloqué el cd de Avenged Sevenfold, la canción Almost Easy se escuchó por los parlantes. Volví a sentarme a su lado observándola a los ojos.
-Ahora si, ¿de qué quieres hablar?
-Comenzaré mi gira de un mes el mes que viene y... bueno, creo que el hombre siempre da este paso, pero estoy muy loca por ti, eres increíble y hermoso, y bueno conmigo, y creo que eres el amor de mi vida... ¿Y si nos casamos? -La observé sorprendido, ¿estaba listo para casarme?
-Taylor... ¿tú piensas que estamos listos? Solamente llevamos cinco meses juntos.
-Pero... -Su sonrisa desapareció.
-No es un no cariño, lo pensaré, tal vez luego de tu gira, no te preocupes, te aseguro que nos casaremos. Por ahora, debemos preparar nuestras cosas para la mudanza. -Su sonrisa reapareció, besé sus labios.
-Ya que cambiaste de tema... encontré una linda casa, ¿quieres que te la muestre? -Dijo emocionada, asentí con la cabeza, ella se paró y sacó una foto impresa de una casa, me la tendió y la observé {345434}, tomé su mano para que cayera sobre mis piernas.
-Wow cariño, es impresionante.
-Si, podemos pagarla los dos juntos y ¡tiene piscina! -Reí al notar la emoción en su voz.
-¿El miércoles te parece bien? 
-¿Qué?
-La mudanza. -Sus ojos se abrieron.
-¿Tan pronto?
-Mientras más pronto mejor, ¿no te parece? Mañana la compro... si es que estás segura.
-Segurísima. -Me besó toda la casa hasta que oímos el microondas que avisaba que la comida ya estaba, se sentó otra vez en el sofá para dejar que me parara, apagó la música y encendió la tele. Tomé mi plato y me senté en la isla de la cocina hasta terminar mi comida, dejé el plato en el lavavajillas y me senté junto a Taylor, que observaba atentamente a Leonardo Di Caprio en Titanic... "¿Quién te piensas que eres? ¿Leonardo Di Caprio?" Reí de pronto al recordar las palabras de _____ cuando la conocí.
-¿De qué te ríes?
-Hmm, recordé un chiste. -Besó mi mejilla y se dio vuelta otra vez para seguir viendo la tele. Volví a sacudir mi cabeza para que los recuerdos salieran de mi mente y rodeé a Taylor con el brazo, colocó una pierna encima de la mía y se recostó en mi hombro sin quitar la vista de la tele. 
 Cuando comenzaron los títulos de la película me di la vuelta hacia Tay, que estaba dormida. La tomé en mis brazos, la coloqué sobre la cama, quité sus botas y mi camisa, me coloqué el pijama y me recosté a su lado, también dejando que el sueño me consumiera. 
  
 Abrí los ojos, pero ya no estaba en casa, estaba en una iglesia. Las puertas se abrieron y una chica entró con la música natural de los casamientos, se veía tan bella en su vestido blanco... su velo no dejaba ver su rostro, pero supuse que era Taylor. Cuando llegó a mi lado me tomó de la mano, le sonreí y observé al cura, que comenzó a hablar...
-Acepto. -Contesté.
-¿Y usted señorita _____ Meredith Worsnop Evans? ¿Acepta al señor Andrew Dennis Biersack hasta que la muerte los separe? -¿Qué? 
-Acepto. -Contestó tranquila.
-Entonces los declaro marido y mujer... puede besar a la novia. -Levanté su velo pero su maquillaje estaba totalmente corrido por el llanto. Sentí como alguien me tomaba del hombro, me volteé y Taylor estaba igual que ella, con el mismo vestido, observándome con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Acaso te piensas que está bien jugar con las mujeres? -Gritó furiosa.
-N...no.
-¿No? ¿Por qué me cambiaste por ésta maldita Andy? ¿Acabo soy tan fácil de olvidar? -Susurró _____.
-No _____.
-Eres un cretino, te quedará solo. -Ambas se dieron la vuelta y caminaron fuera de la iglesia, corrí detrás de ambas pero se habían ido por diferente camino, ¿izquierda o derecha? Es momento de decidir... Comencé a caminar pero del lado contrario oí otra voz.
-¡Despierta Andy! -Observé confundido a la persona que vestía completamente de negro, era Juliet... Dios. Me tomó del brazo.
-No me toques perra.
-¿Qué? 
-¡Que no me toques! ¡Ya no quiero verte! -Corrí hasta que por fin abrí los ojos y me encontraba en mi cama, al lado de Taylor que me miraba preocupada, acariciando mi espalda.
-Tranquilo, solamente fue una pesadilla... -Besó mis labios y traté de tranquilizar mi respiración.
-¿Qué hora es?
-Cuatro de la mañana.
-Dios. -Pasé ambas manos por mi cara.
-¿Necesitas algo amor?
-No Tay, gracias, vuelve a dormir. Lamento haberte despertando.
-No, está bien, pero ¿puedo hacerte una pregunta? -Ambos volvimos a recostarnos enfrentados observando nuestros ojos.
-Dime.
-¿Qué soñaste? 
-Con una ex... una psicópata ex que ahora está en la cárcel. -No le nombré lo de _____ y ella.
-Oh, por éso lo de "no me toques perra, ya no quiero verte" 
-¿Hablo dormido?
-Todo el tiempo Andy. -Rió.
-Espero no haber dicho ninguna estupidez.
-No lo hiciste, lo más raro que te escuché decir fue "_____", ¿puedo saber quién es?
-No lo sé, debo decir cosas muy estúpidas dormido, ahora duerme cariño. -Me sonrió y se recostó en mi pecho, traté de dormirme pero me desconcentraba pensar en el maldito sueño. Por fin me quedé dormido, pero, por suerte, no soñé nada más en lo siguiente de la noche.




 Lamento que los capítulos sean tan cortos, pero si los escribo más largos tardo muchísimo en publicarlos, espero que me entiendan y mañana tendrán el siguiente, gracias por leer:3

Capítulo 2.

 Me desperté un sábado como todos los otros... ya llevaba más de cinco meses en casa y comenzaba a sentirme cómoda con ésto. Me senté en la cama y caminé lentamente hacia el baño, donde me lavé el rostro y me peiné un poco el cabello. Me coloqué algo cómodo, observé el reloj que marcaba las 12:30 y me dirigí hacia la nueva habitación de Adam. Si, mi madre le había comprado ropa y nos dejó decorar la habitación de huéspedes para que durmiera más a gusto. Debía aceptar que había quedado bastante impresionante. Tenía un televisor, como en la mía, y una consola de videojuegos, la que le quitaba seguido. Había comenzado el último año de escuela y le iba bastante bien y yo había conseguido empleo en una tienda de discos, lo que me encantaba. Amaba elegir la música y ponerla a sonar en todo el local junto con Alyssa, mi compañera... Me acerqué a la cama y me senté a un lado de ella, observé como roncaba y se me ocurrió una idea. Comencé a gritar como si no hubiera un mañana y saltó de la cama, cayendo sobre el piso. Cuando se levantó me miró furioso.
-¡Oye! 
-Lo lamento. -Reí, descubrí sus intenciones de seguirme y salí por la puerta pero me choqué con Danny.
-¿Qué sucedió? -Estaba también muy adormilado.
-Nada, lamento despertarte, buenos días. -Le di un beso en la mejilla y volví a correr hacia abajo oyendo los pasos de Adam detrás de mi. Salí por la puerta y corrí hacia el patio y me topé con Charlie, nuestro lindo perro. Lo tomé en mis manos y me di la vuelta hacia Adam.
-Si me tocas, Charlie te morderá.
-Charlie no muerde. -Rodó los ojos.
-¿Quieres probarlo? -Le acerqué a Charlie y éste comenzó a gruñir, dio unos pasos hacia atrás. -Te lo dije. -Reí y de pronto oí la voz de mi madre de adentro.
-¡Niños, no corran afuera, está frío, entren ahora! -Dejé al perro en el piso y ambos caminamos lentamente hacia adentro otra vez riendo. 
  Cuando acabamos de desayunar oí mi teléfono sonar arriba, corrí y atendí justo a tiempo, era Zack.
-Hola Zachy.
-Amo que vuelvas a decirme así, buenos días linda, ¿cómo estás? -Sentí como mis mejillas se sonrojaban. Estaba en una gira con su banda de un mes por Estados Unidos, lo que me alegraba, pero debía aceptar que lo extrañaba ya que estaba comenzando a gustarme otra vez...
-Y a mi me encanta llamarte así, buenos días, yo muy bien, ¿tú? ¿Dónde estás?
-Me alegra que estés bien, yo también lo estoy, en Baltimore... 
-Oh, ¿a qué hora es el show?
-Por la noche, acabo de despertarme, anoche fue asombroso, había muchísima gente. -Se escuchaba muy emocionado.
-¡Me alegro por ti Zachy! 
-Gracias linda, ¿qué tal tu tarde? 
-Aburrida, acabo de desayunar y no sé que hacer. Te extraño, espero verte pronto.
-Yo también te extraño nena, pronto volveré, tal vez en una semana. 
-Genial, te esperaré con ansias. -Rió. Ahora vivía en California junto con su banda, habían más oportunidades y estaba más cerca que todo. Su departamento no estaba muy lejos de casa, así que podía ir a visitarlo siempre.
-¿Tus heridas?
-Ni las recuerdo, ya acabaron de cicatrizar, excepto la de la espalda, creo que ésa tardará un poco más tiempo.
-Espero que te mejores.
-Estoy bien... tengo que irme, ¿me llamarás luego del show?
-¡Claro nena! Nos vemos, te extraño y te amo...
-Yo más Zack, adiós. -Corté y sonreí, ¡me ama! Di un saltito feliz y lo dejé encima de la mesa. Bajé las escaleras y me senté entre Adam y Danny, que seguían comiendo como cerdos.
-¿Qué harán hoy? -Pregunté animada.
-Yo iré a casa de James a ensayar. -Contestó Danny con la boca llena.
-Yo pasaré el día con Sarah.
-Oh, Sarah. -Dije golpeando su hombro, él rodó los ojos, haciendo que Danny y yo riéramos. 
-Me gusta... -Contestó tímido.
-¡No me digas! -Imité sorpresa y él volvió a rodar sus ojos, haciendo que soltara una carcajada. -Es linda, me gusta para ti.
-Si, es muy dulce y amigable... 
-Lo es, pero igualmente eres mi bebé. -Besé su mejilla y soltó un quejido.
-¿Tuyo? Jamás. 
-¿Qué acabas de decir Adam George?
-No hacía falta decir mi segundo nombre _____ Meredith.
-Muy gracioso. -Le saqué la lengua logrando que riera.
-¿Y tú que harás?
-Iré a ver la exposición de fotos de Vic. 
-¿No es por la noche?
-Si, si me preguntan por ahora creo que invitaré a Alyssa a dar una vuelta.
-Alyssa debe estar harta de ti, convive toda la semana contigo.
-Gracias por tu sinceridad Danny. 
-Es verdad, yo también estoy harto de ti. -Dijo muy serio, lo observé a los ojos y soltó una carcajada. -Es broma tonta, jamás me cansaré de tenerte a mi lado. Ve, pero ten cuidado.
-Claro. -Le sonreí. -¿Y mamá?
-Duerme... trabajó por la noche.
-Ah, bien, suerte chicos. -Les besé las mejillas a ambos y volví a subir las escaleras... Me cambié otra vez la ropa y cambié la venda de mi abdómen, nada mas necesitaba ésa... me vestí así {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=111134657&.locale=es} y tomé mi teléfono. Busqué el número de Alyssa y pulsé llamar, contestó en un segundo.
-¿Hola?
-Hola Aly, soy yo, _____.
-¡Hola _____! ¿Qué sucede amiga?
-Llamaba para preguntarte si querías salir a dar una vuelta...
-Hmm, no creo, tengo ensayo con la banda, pero si puedo te llamo y te aviso.
-Bien, no hay problema, adiós Aly.
-¡Adiós _____! -Corté y me recosté en la cama cansada. Comencé a ver mis contactos, por supuesto no era mi antiguo teléfono, por lo que solamente tenía los números de los chicos y sus respectivas novias o esposas. Finalmente me decidí por dar una vuelta sola, necesitaba comprar algunos caramelos, ayudaba con mis ansias del cigarrillo... Me dirigí hacia la habitación de mi madre, donde ella dormía plácidamente, urgué en su cajón donde guardaba el dinero y saqué veinte dólares, los saqué pero un grabador con un papel pegado en él se cayó e hizo ruido, observé a mi madre, pero ella seguía durmiendo. Lo levanté del suelo y en el papel decía mi nombre, lo tomé entre mis manos junto con el dinero y volví a mi habitación confundida. Era una nota... comencé a leer en voz baja y cuando terminé sequé mis lágrimas, era de Andy. Oh dios mío, en verdad me amaba, en verdad soy especial para él. No podía dejar que las cosas siguieran así, que siguiera sintiendo culpa, porque la culpa se iría directamente a mi corazón. 
 Bajé las escaleras y salí de la casa, me subí a mi auto y comencé a manejar hasta la casa de Mike, que me había contado que trabajaba en su empresa. Ya allí toqué el timbre y en un segundo salió.
-¡Hey _____! -Me abrazó.
-Hola Mike, necesito hacerte unas preguntas. -Me observó algo confundido.
-Claro, pasa. -Le hice caso y entré, luego nos dirigimos hacia el sofá. -¿Estás bien?
-Muy bien, ¿tú?
-También, bien, ¿qué ibas a preguntarme?
-Hmm, sobre ¿tu jefe? 
-¿Andy?
-Si.
-Oh, ¿quieres saber sobre él? -Asentí tímidamente. -¿Estás buscándolo? 
-Si.
-Oh, bien, no tengo demasiada información pero puedo averiguar su número, lo único que sé es que se mudó a Europa.
-Te agradecería muchísimo si lo consiguieras, mientras más información mejor.
-Claro, ¿nada más?
-No, y... oye Mike, ¿podrías acompañarme a dar una vuelta? Me siento sola. -Rió.
-Por supuesto tonta, ¿ahora? 
-Si.
-Bien, vámonos entonces. -Sonrió y ambos salimos de la casa, nos subimos al auto y comencé a manejar hasta el parque, donde comenzamos a hablar sobre él, sobre Andy otra vez.

 Oí mi teléfono sonar al medio del camino, ya había dejado a Mike en su casa y me dirigía a casa, coloqué el altavoz.
-¿Hola?
-Hola hija, ¿dónde estás?
-Hola mamá, estoy volviendo a casa, estaba en el parque con Mike.
-Oh, bien, te espero, ya está lista la comida.
-Bien, adiós. -Corté y seguí manejando hasta llegar por fin a casa, presioné el botón de la llave para que las rejas se abrieran y entré, bajé del auto y abrí la puerta principal dirigiéndole hacia la sala de estar, donde solamente estaban Adam, mi madre y Michael. Los saludé y me senté a un lado, mi madre me entregó un plato con lasagna y comencé a comer.
 Subí las escaleras hacia mi habitación y cuando acabé de bañarme me coloqué el pijama y cerré los ojos, pero el sonido de la puerta abrirse hizo que los volviera a abrir, me volteé hacia ella y era Adam, entró y se recostó a mi lado.
-¿Qué tal te fue con Sarah?
-Bien, tomamos un helado y luego caminamos por el parque, donde te vi.
-Oh, estaba con Mike.
-Lo sé, pero te noté nerviosa.
-¿Cómo lo sabes?
-Te conozco, vi tu postura, estabas tensa.
-Estábamos hablando sobre Andy.
-¿Por qué te pone nerviosa eso? -Tomé la nota de mi mesa de luz y se la entregué, al acabar de leerla me observó pasivo. -¿Te sientes culpable? -Asentí con la cabeza. -¿Por qué?
-Él se fue por la culpa que sentía por el accidente, ahora me siento muy culpable, supongo que el tiene su familia y sus amigos aquí, es injusto que por mi culpa él se haya ido a otra parte.
-Fue su decisión.
-Pero lo hizo porque sentía culpa.
-Debe estar mejor ahora.
-¿Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que no extraña todo esto? Podría hasta estar muerto.
-No exageres, no creo éso.
-No lo sabes Adam.
-Bien, hagamos una cosa... Esperemos hasta que se cumpla un año, luego de eso si llegas a recuperar la memoria te llevo hasta donde esté para probarte que está bien.
-Apenas pasaron cinco meses.
-Tendrás que esperar... -Rodé los ojos.
-Bien. -Me volteé dándole la espalda, me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación. 



miércoles, 22 de enero de 2014

Capítulo 1. {Segunda parte}

 Abrí los ojos lentamente y observé a todos lados, estaba en un hospital... M*ierda. Me di la vuelta y Danny me miraba atentamente con una lágrima en los ojos.
-Hola hermanita. -No lo recordaba... bueno, si, pero solamente por lo que sucedió hace unos días, a él, a Zack y... Andy.
-Hola Danny.
-Sé que no me recuerdas. -Dijo con una media sonrisa.
-Lo lamento.
-Está bien, no es tu culpa. Tengo algo que decirte, ¿quieres saberlo ahora? 
-Bien, dímelo. 
-Te contaré lo que sucedió con tu vida. Primero, llevamos a Andy al psiquiátrico, tú estabas enfurecida y te escapaste de la casa, nos dejaste y te mudaste a Boston. Ya allí, mantuviste una larga relación con Zack y quisiste volver a tu hogar con nosotros, California, pero Juliet te secuestró por venganza. Ella es la ex de Andy, y bueno... creo que se amaban mucho. Hablamos con ella sobre lo que te había hecho y te colocó una inyección robada que borra completamente la memoria pero no sabía si es permanente o temporal ya que la medicina es robada... 
-Wow, que difícil.
-Bastante. -Contestó otra vez con su media sonrisa que se le borró al instante.
-Quiero recordar todo... odio ésto, me está torturando. 
-Lo sé pequeña, lo sé. Lo único que espero es que el efecto sea temporal.
-Yo también. -Me tomó la mano y besó mi mejilla.
-¿Cómo te sientes?
-Incómoda con todas éstas cosas en mi cuerpo, pero al fin y al cabo mucho mejor, ¿y Adam?
-Afuera, esperando por entrar.
-¿Y... Andy?
-Hmm, se fue.
-¿Pensó que era su culpa?
-Tal vez, pero no nos dijo nada, simplemente se fue sin dejar rastro, aunque les dijo a todos tus amigos y a tu madre que estabas aquí y que se iría, que tal vez no regresaría.
-Oh, pero... nada de ésto fue su culpa. No fue su culpa abrir la puerta y que cayera encima de la mesa, fue simplemente un accidente.
-No sé pequeña, no sé que decirte... 
-Está bien, apenas lo recordaba igualmente. -Agaché la cabeza.
-¿Quieres que llame a Adam?
-Si, por favor. -Me dio un último beso en la mejilla y salió de la habitación. Un segundo después entró con una linda sonrisa.
-¡Hola! Hasta que al fin despertaste, me estaba desesperando. -Besó mi mejilla y se sentó a mi lado.
-Si, creo que en mis adentros también me estaba desesperando, quiero salir de aquí ahora. -Reí pero él me dirigió una sonrisa triste. -¿Qué sucede?
-Danny, te quiere llevar con él. Y lo entiendo, es tu hogar, pero no quiero que me dejes.
-Ven conmigo. -Dije sin pensarlo.
-¿Qué?
-Ven conmigo Adam, te prometí que no te dejaría y no lo voy a hacer.
-Pero _____...
-Pero nada, me contó el novio o no se qué de Juliet que tienen mucho dinero, no veo por qué no. Te necesito, y tú a mi...
-No lo sé _____, lo haría con todo gusto.
-¡Entonces hazlo! -Grité pero sentí una punzada de dolor en la espalda. -Auch.
-No vuelvas a hacer éso. -Dijo muy serio.
-Bien señor mandón. -Rodé los ojos. -En serio quiero que vengas conmigo, no quiero estar sola. -Tomó mi mano.
-No lo estarás, algún día tendrás que recordar a tu familia y te olvidarás de mi.
-Cállate de una vez Adam, claro que no me olvidaré de ti idiota. -Solté su mano y mis dedos se enredaron en el fino cable que estaba conectado a una bolsa con sangre. -¡Qué incómoda es esta m*ierda! -Otra vez el dolor.
-Te dije que ya no gritaras. -Me advirtió.
-Tú cállate de una vez, no eres mi padre.
-Eres insoportable, ¿quieres que valla contigo? Bien, iré, pero atente a las consecuencias, toda la culpa la tendrás tú. 
-¿En serio? -Contesté sonriendo. 
-Si. -Estaba malhumorado.
-¡Wow! -Otra vez el dolor.
-¡Ya _____, deja de hacer éso! 
-Bien, lo lamento, ¿puedo darte un beso? Acércate. -Sonrió y acercó su mejilla a mis labios, le di un fuerte beso y luego se alejó otra vez. -¿Puedes llamar a Danny? -Me observó con cara de confusión, pero se levantó, abrió la puerta, lo llamó y un segundo después estaban ambos dentro.
-¿Qué sucede pequeña? -Preguntó Danny.
-¿Me llevarán a California otra vez?
-Hmm, si, pensábamos hacerlo.
-¿A la fuerza?
-No...
-No me mientas. -Estaba comenzando a enojarme, se quedó un minuto en silencio con la cabeza agachada.
-Si. 
-¿Acaso mi opinión no importa?
-Si, pero sabía que dirías que no.
-¡Pero es mi decisión! -Maldito dolor.
-La próxima vez que grites le diré a la enfermera que te de una pastilla para dormir. -Me amenazó Adam, yo rodé los ojos otra vez.
-Sé que es tu decisión, pero allá hay mejores hospitales que aquí.
-Me importan un carajo los hospitales, viví toda mi vida en un asqueroso refugio, hasta he dormido en la calle, ¿piensas que me molesta estar en esta incómoda cama con estas sábanas arrugadas y sucias? Es como un hotel cinco estrellas para mi.
-No digas éso _____. 
-Es la verdad, pero dejemos de lado ésta estúpida discusión, sabía que pasaría. Iré contigo si Adam también viene. -Adam observó sus manos.
-¿Dónde se quedará?
-Tendrás que buscar algo, porque si él no va, me quedaré aquí, no me obligarás.
-Pequeña...
-No Danny, ningún "pequeña", ya tengo 25 años, detente y déjame tomar mis propias decisiones, Adam irá conmigo o me quedo, punto final.
-Para mi sigues siendo mi pequeña, y aún no es tu cumpleaños.
-No importa, no recuerdo mi cumpleaños, lo he estado "festejando" en una fecha distinta durante un año, no recuerdo cuándo demonios es.
-Tienes 24 años, naciste el 5 de abril. 
-Bien, entonces aún tengo 24 años.
-Si.
-¿Hace falta que te repita Danny? 
-No... bien, irá con nosotros. -Le sonreí alegre, se acercó a mi y me besó la mejilla, lo tomé del mentón y yo le di un fuerte beso, al igual que Adam.
-Me pinchaste con tu barba, aféitate. -Rió.
-Como usted diga señorita. -Se acercó a mi y me susurró al oído. -Me gusta verte feliz. -Besó otra vez mi mejilla y salió de la habitación.
-Oye, ¿qué hora es? -Le pregunté a Adam.
-Casi las doce de la noche, ya me sacarán de aquí.
-¿Qué?
-Si, no dejan que me quede toda la noche, en seguida vendrá la enfermera a darte ésa cosa para que te duermas. -Reí.
-Ésa cosa.
-Bien, no soy doctor, no sé como se llama. 
-Antes de que te vayas, ¿puedo preguntarte algo?
-Lo que quieras.
-¿Hace cuánto tiempo estoy aquí?
-Ocho semanas.
-¿Qué? -Dije horrorizada.
-Estoy bromeando, nada más dos días. -Entorné los ojos y él rió.
-¿Cuándo nos vamos?
-Mañana por la noche.
-Bien, gracias.
-¿Por qué?
-Por ser tú, por ser mi mejor amigo y no abandonarme.
-Jamás lo haría. -Besó mi frente y en ése momento la enfermera entró, observó a Adam y él salió. -Hasta mañana. -Le sonreí y la mujer comenzó a observar mis vendas, mi cara y todo mi cuerpo.
-¿Cómo te sientes cariño?
-Creo que bien, pero me duele un poco la cabeza y siento como si las heridas sangraran.
-Es normal, están cicatrizando y lo sientes por el suero.
-Oh. 
-Te daré una pastilla para dormir, creo que te servirá más que la inyectable.
-También lo creo. -Soltó una pequeña risa, me entregó una pastilla blanca y un vaso de plástico con agua, me la tomé y unos diez minutos luego sentí como el sueño comenzaba a consumirme, y dejé que lo hiciera. Cerré los ojos y me quedé dormida.

 Observé a todas partes en la habitación del hotel hasta que encontré a Andy en el suelo, lleno de sangre y rodeado de vidrios... espera, ¿no debería ser yo? Me acerqué a él y limpié la sangre de su rostro, lo ayudé a levantarse, pero se volvió a caer y gritó fuertemente. De pronto me observó y su rostro se tornó pasivo.
-¿Ahora entiendes como me sentí con el accidente? ¿Cómo me sentí cuando no me recordabas? 
-P...pero, no fue tu culpa.
-Claro que lo fue.
-¡No!
-Ya cállate, no sabes nada. Ya no hay marcha atrás, te hice daño y no se puede remediar.
-Vuelve... vuelve y podremos remediarlo.
-Ya es muy tarde, tengo a alguien. -Se paró y de pronto la sangre desapareció, una bonita chica rubia tomó su mano y besó sus labios. 
-Te amo. 
-¡No la ames! -Grité.
-¿Quieres que ame a alguien que no me recuerda? -Tenía toda la razón.
-Entonces vete... sé feliz, déjame sola. -Abrí la puerta pero me encontraba en un techo, no podía dejar de llorar, pero no entendía la razón por la cual lo hacía... ¿qué demonios? Sin darme cuenta comencé a caminar hasta llegar al borde, di un paso más hacia el vacío pero la chica rubia que estaba con Andy me tomó del brazo antes de que cayera.
-Él solamente habla de ti... -Me dirigió una media sonrisa y se alejó caminando, cerré mis ojos y oí la voz de Adam que hablaba.

 -Despierta _____, ya llegamos. -Abrí los ojos y lo observé dirigiéndole una sonrisa. Anteayer había salido por fin del hospital y me había encontrado con mi madre, que también se llamaba Daphne, como la señora Collins. Era muy adorable y lloraba demasiado, pero era normal, es mi madre. También habían venido unos cuantos amigos, creo que eran Jared, Austin, Ben, Oliver, Mike, Vic y Kellin, que había venido con su esposa y su pequeña y adorable hija Copeland. Todos me llenaron de preguntas, abrazos y besos. Me contaron muchísimas cosas sobre mi y me trataron de lo mejor, por supuesto. Eran asombrosos, hasta se hicieron amigos de Adam, que parecía muy a gusto con ellos. Estaba en el auto con Danny manejando, mi madre de copiloto, y detrás veníamos nadie más que yo y Adam. 
 El día de irnos, unas horas antes volvimos al refugio, me organizaron una gran fiesta de despedida, hasta creo que lloré. También estaba la señora Collins, la otra Daphne que me felicitó por haber tenido la fuerza de salir de ésto. Luego le mandé a Danny a que me llevara a la policía para hacer la denuncia de las amenazas de Marion. Me sentí muy aliviada y tranquila al hacerlo... El auto iba rápido, haciendo que mi madre se sentara con las manos en sus muslos, muy nerviosa. 
 Unas horas después el auto paró delante de una enorme casa color beige, era impresionante.
-¿Dónde estamos? -Pregunté adormilada.
-En casa cariño. -Mi madre me sonrió, presionó un botón y las enormes rejas se abrieron de par en par, salimos del auto, Adam y yo no podíamos cerrar nuestras bocas por la sorpresa, ¿en verdad vivo aquí? O vivía... Estaba todo arreglado bastante femenino, muchas flores. Caminamos por el sendero de piedra y Daphne abrió la puerta. Dios mío, se veía más grande que afuera... 
 Cuando acabaron de darme un recorrido por la casa me guiaron a mi habitación, a un lado de la habitación de Danny. No podía creerlo, era del tamaño de la sala de estar del refugio, enorme. Una gran cama para dos personas, muebles de color blanco y negro, arriba de un escritorio a un lado de la cama había una computadora y un teléfono celular totalmente nuevo, me quedé anonada al ver la cantidad de cosas que tenía. Me asomé hacia la terraza, donde había un sillón puff de color morado, me senté y sonreí, observé la vista hacia la calle, hasta se veían las casas, ¿tan alto era ésto? Era hermoso... Adam me siguió junto con Danny y me observaron. 
-¿Qué? -Pregunté.
-Me gusta verte feliz. -Contestó Danny.
-A mi también me gusta verte así. -Siguió Adam.
-Gracias, a mi también me gusta ser feliz. -Reí.
-¿Quieres cambiar tus vendas? ¿Cómo te sientes? -Preguntó de pronto.
-No, estoy bien creo, las cambiaré más tarde. -Volví a sonreír y me levanté con cuidado.
-¿Qué hora es Danny? 
-18:45.
-Me encantaría ver la puesta del sol. 
-Lo harás, pero creo que el sol se pone más o menos a las 19:30, a sí que tenemos tiempo para salir un rato, Kellin nos invitó a su casa, es el cumpleaños número 4 de Copeland.
-¡Genial! ¿Nos vamos ahora? 
-Hmm, ¿no piensas cambiarte de ropa? -Lo observé confundida.
-¿Tengo ropa? 
-Por supuesto que si. -Rodó los ojos y abrió una puerta a un lado del baño y me encontré con una habitación llena de ropa y zapatos, no lo podía creer. 
-¿Todo ésto es mío? -Estaba boquiabierta, al igual que Adam.
-Todo.
-Wow. 
-Te dejaremos sola para que elijas algo y te des un baño. -Asentí con la cabeza y ambos salieron. Por un momento me sentí fuera de lugar, pero debía acostumbrarme. Ésta era mi verdadera naturaleza, ésto es lo que soy... 
 Al acabar de bañarme abrí otra vez la puerta de la habitación llena de ropa y encontré un bellísimo vestido. Me probé unos tacos que también me encantaron pero apenas podía mantenerme de pié, además no eran convenientes para las lastimaduras que todavía tenía en los pies. Eran pequeñas, pero dolían. Por fin decidí que ponerme y me cambié con cuidado {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=111088527&.locale=es}. Las cicatrices más pronunciadas eran las de los muslos, los brazos y el abdómen, me incomodaba mucho tener las vendas todo el día, pero debía aceptarlo... Cuando me observé al espejo al acabar de maquillarme un poco y peinarme el cabello le sonreí a mi reflejo, me sentía linda, ya no era una drogadicta... ahora estaba bien, alrededor de personas que me aman. Bajé las escaleras y Danny, Daphne, Adam, Zack y Michael, el novio de mamá, estaban esperando en la sala de estar, a espaldas a mi. Adam tenía una camisa a cuadros y unos jeans negros que le sentaban bastante bien junto con Vans, se veía juvenil y lindo. Danny tenía una camisa totalmente blanca, zapatos negros y unos jeans azules. Mi madre, vestía una falda larga con tacones no muy altos, una camisa azul marino y el cabello recogido. Michael tenía un traje sin saco, muy simple. Zack llevaba una remera blanca con estampa, jeans azules y All Stars. Cuando me oyeron se dieron la vuelta y me observaron sorprendidos, mi madre se secó una lágrima.
-Te ves hermosa cariño, ése vestido es hermoso. -Me dio un abrazo con cuidado de no tocar mis brazos y mi abdómen y besó mi cabello.
-Gracias Daphne... -Su sonrisa se convirtió en una triste.
-Por favor, dime mamá...
-Gracias mamá. -Repetí y besé su mejilla, me soltó y Adam me tendió el brazo.
-¿Nos vamos señorita? -Lo tomé y reí.
-Vamos, hola Michael, hola Zack.
-Hola _____, estás hermosa.
-Hola nena, es verdad, te ves preciosa. -Sentí como mis mejillas se sonrojaban
-Gracias. -Le sonreí amablemente, salimos todos de la casa y nos subimos al auto. Danny, Adam y yo detrás, Michael manejando y mi madre de copiloto. Zack iba en su auto.
 Cuando llegamos a la casa de Kellin me llegó un recuerdo a la cabeza...

*Mini Flashback*

 Toqué el timbre y unos segundos luego una pequeña niña se asomó a la ventana, era parecida a Kellin, detrás de ella apareció alguien que no pude identificar, de pronto Katelynne salió de la casa con la niña en brazos, supuse que era la pequeña Copeland.
-Buenos días.
-Buenos días, hmm, ¿Katelynne?
-Exacto, ¿qué deseas? y disculpa, pero ¿cómo sabes mi nombre?
-Deseo hablar con Kellin, y lo sé porque soy periodista y he estado investigando sobre la vida de los amigos de _____ Worsnop Evans.
-Oh, _____... No sé si él aceptará, le consultaré, en seguida vuelvo. -Me dirigió una sonrisa cordial y volvió a cerrar la puerta de rejas, un minuto después Kellin salió y me miró atentamente.

*Fin Flashback*

¿Qué fue éso? 
-¿_____? ¿Estás bien?
-Recordé algo, pero yo no era yo... bueno, si, pero estaba preguntándole a Katelynne sobre mi misma. -Ya estaban todos afuera, Zack me miraba.
-Si nena, te hiciste pasar por una periodista porque querías saber cómo estaban todos aquí. -Dijo con total naturalidad.
-Oh. -Fruncí el ceño y bajé junto con todos.
-¿Te sientes bien? ¿quieres que te lleve otra vez a la casa? -Preguntó Zack.
-No, estoy bien, no te preocupes, entremos. -Sonreí algo confundida y noté que Kellin nos esperaba con una enorme sonrisa en la puerta, nos abrió y Copeland, que tenía un bonete de cumpleaños rosado en la cabeza, se lanzó a los brazos de Daphne, ella rió y le besó una mejilla, al igual que a Kellin. Cuando la soltó, me miró a mi y abrazó mi pierna.
-¡Hola!
-Hola Cope. -Le sonreí y besé su mejilla al igual que mi madre, luego me tomó de la mano y solté un pequeño quejido.
-Cope, cuidado, la tía _____ está lastimada.
-No, no importa, vamos. -Le sonreí y tomó mi dedo, guiándome hacia adentro de la casa. Salimos al patio, que estaba lleno de globos e iluminado con algunas antorchas. Todos se levantaron de sus asientos para saludarme. 



miércoles, 15 de enero de 2014

Capítulo 12.

  Oí el insistente sonido de la puerta obligándome a levantarme de la cama muy adormilada, observé el reloj y todavía era de noche, caminé tranquilamente a la puerta cuando de pronto se cayó encima de mi con una fuerza impresionante que hizo que cayera encima de la pequeña mesa de vidrio, abrí los ojos de pronto y sentí mi camiseta húmeda, el blanco de ella se tiñó a rojo oscuro, observé mis manos y también estaban manchadas de sangre. Comencé a temblar y entrar en pánico, Andy estaba parado frente a mi en completo shock, ¿el había hecho ésto? Se acercó hacia mi pero traté de alejarme con las fuerzas que me quedaban. Mala idea, los vidrios se clavaron en mis piernas y pies, al igual que en las manos, haciendo que soltara un grito ahogado. Adam le dio un puñetazo y lo alejó.
-¡¿Qué le hiciste maldito hijo de p*uta?! -Estaba llorando, me tomó en sus brazos y me elevó, haciendo que mis piernas dolieran aún más. -Lo lamento, no puedo dejarte en el piso, ya pasará. -Una de sus lágrimas cayó en mi mejilla, cerré los ojos despacio.
-¿Andy? -Traté de dar la vuelta mi cabeza para ver quién era, pero no pude, no tenía fuerzas. 
-¡¿Qué c*arajo hiciste?! ¡Te dije que no vinieras e igual lo hiciste, mira como está mi hermana ahora, mira como la dejaste! ¡Eres un completo idiota! -Trató de quitarme de los brazos de Adam, pero rodeé su cuello con mis brazos y me escondí en su pecho.
-Tiene que ir urgente al hospital. 
-D...déjenme llevarlos. -Tartamudeó Andy.
-¿Estás seguro de que eres capaz de hacerlo y no atropellar a nadie? 
-No estamos para juegos Danny, morirá desangrada, ya vámonos. -Cerré los ojos y lo último que sentí y oí fueron los insultos desesperados de Zack y a Adam corriendo conmigo en sus brazos.


*Narra Andy*

_____ se levantó de la cama y me volví a recostar tranquilo, ella era mi vida entera y no la dejaría otra vez, no volvería a perderla, no podría hacerlo. Sentí como me quedaba dormido de a poco.
 Unas horas luego observé el reloj de pared y marcaba las 3:30 de la mañana, observé a mi lado pero _____ no estaba allí. Oh no, corrí hacia la cocina donde Danny estaba recostado sobre la mesa, moví un poco su hombro.
-¡Hey Danny! -Se despertó casi aterrorizado, pero su rostro se volvió pasivo al verme.
-Oh, ¿qué quieres? -Volvió a recostarse.
-¿Y _____? -Se levantó de la silla y me miró, ahora si aterrorizado en serio. -¡¿Dónde está Daniel?! Oh dios, no puedo creer que la dejaste irse. -Pasé mis manos por mi cabeza.
-Ella es dueña de su vida, ya tiene 25 años.
-¡¿Acaso te importa una m*ierda que tu hermana comience a drogarse otra vez si la dejamos?! Por favor Daniel, ¡usa un poco tu cerebro! -Grité y salí de la habitación.
-Hey, no, no vallas por ella, está en el departamento aquí a dos puertas con su amigo.
-¡¿Encima con él?! -Abrí mucho mis ojos y corrí hacia allí, toqué la puerta miles de veces, pero nada. Al fin opté por comenzar a patear la puerta con todas mis fuerzas hasta que por fin se cayó, escuché un estruendoso ruido y de pronto me quedé en completo shock, _____ estaba completamente ensangrentada, traté de acercarme hacia ella pero retrocedió soltando un grito ahogado de completo dolor. -No me temas, no lo hagas por favor, lo lamento mucho, no quise hacerlo, por favor. -Traté de hablar, pero nada, las únicas palabras que escuchaba eran las de mi mente. Su amigo corrió hacia ella, me dio un puñetazo con los ojos llenos de lágrimas, pero no lo sentí. Dolía más ver los ojos de _____ llenos de miedo, miedo por mi, no escuché lo que decía, pero estaba demasiado enfadado, su odio por mi no era peor que el odio que comenzaba a sentir por mi mismo. La levantó con sus brazos y ella lo observó, su mirada cuando lo veía era pacífica, llena de dolor, cerró sus ojos y oí que Danny me gritaba, pero seguí sin oírlo, no quitaba la mirada de mi pequeña, frágil y lastimada _____. Salí del shock cuando Zack me empujó.
-Tiene que ir urgente al hospital. -Dijo.
-D... déjenme llevarlos.
-¿Estás seguro que eres capaz de hacerlo y no atropellar a nadie?
-No estamos para juegos Danny, morirá desangrada, ya vámonos. -Salí corriendo hacia el ascensor y todos esperamos pacientemente, pero demasiado nerviosos a que bajara, estaba inconsciente, lo que noté es que levantó su mano y la colocó contra el vidrio de pronto, dejando una terrorífica mancha de sangre con la forma de ella. 
-¿Está despierta? -Preguntó Zack nervioso.
-No, no sé por qué se mueve, pero aún respira. -Respiré dificultosamente y sentí como mis ojos comenzaban a humedecerse. No, ahora no era el momento de llorar, ella me necesita. Cuando por fin se abrieron las puertas del ascensor nos encontrábamos en el garaje subterráneo, donde nos subimos rápidamente al auto y comencé a manejar rápidamente pero con cuidado. 
-¿Sigue sangrando? -Le pregunté al chico que iba con _____ y Danny detrás.
-Menos que antes, pero si. 
-Toma, presiona un poco las heridas. -Le lancé una toalla que atajó, escuché unos gemidos de dolor y me volteé, pero Zack me gritó.
-¡Andy, el auto! -Me enderecé sin poder ver nada y seguí manejando con total cautela y concentración.
- ¿Se despertó?
-Tranquila, ya casi llegamos, no sucederá nada. -Observé el espejo retrovisor y la observé colocar su cabeza en el regazo del chico, algo que despertó mis celos. Basta Biersack, esto se trata de su vida, puedes volver a perderla, y ésta vez para siempre. Concéntrate. Me dije a mi mismo en mi mente. Por fin llegamos y bajamos a la velocidad de un rayo hacia la sala de emergencias, donde una enfermera se dirigió a nosotros con cara de espanto, el chico todavía la tenía en sus brazos.
-Dios mío, ¿qué sucedió? -Dijo llamando a la otra enfermera, que se volvió a nosotros junto con una camilla, el chico colocó a _____ sobre ella y se la llevó, llamando a otros doctores.
-Se cayó sobre una mesa de vidrio. -Contestó Danny temblando.
-¿Cuánta sangre perdió más o menos? -Se colocó los anteojos, se veía más anciana todavía.
-Mucha. -Le contestó Zack reprimiendo un sollozo que no logró controlar.
-Bien, éso será un problema. Esperen aquí por favor. -Dijo alejándose por donde se habían llevado a _____. 
-Necesito un momento. -Los tres asintieron con la cabeza y salí de allí. Me senté en un escalón cerca, saqué un cigarrillo de la cajilla y cuando acabé de fumar tapé mi cara con ambas manos. Otra vez había metido la pata, ¿por qué siempre era un idiota? Debía dejar de hacerle daño aunque quisiera estar con ella, no podía seguir viviendo así, con el rencor hacia mi mismo sabiendo que la atropellé una vez y ahora hice que cayera sobre una mesa de vidrio, ¿tendría que irme? Si, iba a ser lo mejor para ambos, además, con el miedo con el que me vio no creo que me vaya a perdonar. Simplemente debo dejarla vivir su vida, soy malo para ella. Traté de encontrarla y no quise dejarla nunca más, pero ahora tengo que aprovechar el momento, tengo que aprovechar que no tiene memoria, tal vez jamás se acuerde de mi, nunca más. Tomé las llaves del auto y sin volver a pensarlo me subí a la camioneta y comencé a conducir otra vez hacia California. 

  Al llegar muy cansado a mi departamento me subí al ascensor más que agotado. Tomé todas mis cosas en maletas, tomé un lápiz y un papel y comencé a escribir: *Tal vez no me vuelvas a recordar, no volvamos a pasar todos los momentos que vivimos juntos, jamás volveré a ver tu sincera sonrisa otra vez o a sentir tus labios sobre los míos... Pero solamente quiero agradecerte por todo, por ser un gran apoyo para mi, por ser la mujer de mi vida. Siempre te amaré, por favor, no lo olvides nunca. Espero que encuentres a alguien indicado con quién estar que te respete, te ame, te trate como una reina y te de absolutamente todo... y cuando vuelva a California te vea feliz en el parque con una gran sonrisa tomando a tu hijita, Savannah y tu hijo Dylan de la mano, que tu esposo te tome de la cintura mientras toman un helado hablando sobre cómo les fue en el trabajo, planeando viajar, tal vez a Barbados, una linda playa, tumbada bajo el sol mientras tus hijos fastidian a tu esposo para que les compre otro helado. Y lo hace, de chocolate, tu sabor favorito, tus hijos besan tus mejillas y las dejan pegajosas, tú solo ríes, los amas más que a nada. Le besas la frente y dejas que vuelvan al agua con tu pareja, que te dirige una tierna mirada llena de amor incondicional hacia ti... Gracias.
Andrew...* 
 Otra vez mis ojos ardían de tanto llorar, la doblé y la coloqué en el bolsillo de la chaqueta de cuero. Llamé a mi asistente, Matt, y le pedí que le comunicara al jefe de la empresa en Europa que en dos días estaría allí para encargarme de todo y que sacara los pasajes para hoy, me contestó serio que a las 21:30 salía el vuelo. Por suerte, Matt no era como Ashley, no era un amigo que cada vez que llamaba me pedía explicaciones sobre todo, y éso me gustaba, siempre me llamaba "señor Biersack" y comencé a aceptarlo sin hacerme ningún problema. Cuando terminé de empacar llamé a Oliver, Kellin, Austin, Jared y la madre de _____ para que vinieran a casa. Cuando por fin todos llegaron nos sentamos en los sofás de la sala de estar, me paré en frente de todos. Kellin estaba con Katelynne, Oliver con Hannah y Daphne, la madre de _____, con Michael, su novio.
-Bien, solamente quiero decirles que me iré y no sé si volveré... pero hay otra cosa que creo que les interesará más que mi partida. _____ está viva, está en Jacksonville, en el hospital central con Danny y Zack, su ex novio. Tuvo un grave accidente y me fui de allí, no sé como seguirá, pero creo que será mejor que la deje sola. No recuerda nada, así que, si van, quiero que tengan mucho cuidado con ella, no la espanten por favor. -Todos tenían una cara de sorpresa en la cara.
-Debes estar bromeando... no bromees con éso Andy. -Contestó Austin, que comenzaba a temblar.
-No estoy bromeando, vayan y compruébenlo por si mismos y verán si es verdad o no. Ahora, creo que ya me voy, ¿quieren cenar antes? -Les sonreí a todos y ellos asintieron.
  Al finalizar la cena que Daphne preparó todos se fueron. Cuando ella estuvo en la puerta me tomó de las mejillas como si fuera mi propia madre.
-Cariño, no quiero que te vayas, eres como un hijo para mi.
-Tengo que hacerlo Daphne, ella ya no me necesita, no me recuerda, no malo para ella, no la merezco.
-No digas éso, tú significas todo para ella, se fue de aquí por ti, porque sabes lo que sucedió... Te esperó, ella iba a volver por ti cariño. -Sentí como una lágrima recorría mi mejilla al recordar todas las veces en las que Ashley me visitaba en el psiquiátrico y me decía que ella me extrañaba, me amaba y que me esperaría por siempre.
-Éso es pasado, por favor, necesito hacerlo, no lo hagas más duro para mi. -Asintió con la cabeza y me abrazó fuertemente. 
-Me encantaría que volvieras algún día, te recibiremos todos con los brazos abiertos, incluyendo ella... 
-Gracias, en serio. ¿Me harías un favor antes de irte? -Asintió con la cabeza. -Dale ésto a _____ cuando me recuerde, pero solamente cuando lo haga, no antes. -Ugué el cajón donde estaba la carta y encontré su grabadora... la de la entrevista, la que había olvidado cuando vino, le entregué ambas cosas y me sonrió tratando de no llorar.
-Claro cariño, lo haré, te extrañaremos. -Besó mi mejilla, se subió al auto con Michael que agitó la mano como señal de saludo y los observé alejarse a toda velocidad. Tomé mis maletas y dando una última mirada al departamento, el sofá donde se quedó dormida cuando vino aquí a hacerme la entrevista, la silla donde se sentó, el plato donde comió, todo... Y salí, junto con mis maletas y una gran pena en mi corazón. Me hace falta, pero no soy para ella. 
 Mientras estaba en el avión todos los recuerdos junto a ella vinieron a mi mente. Cuando era un pervertido y me fijé en ella en la fiesta, esa chica tan increíblemente sexy y hermosa vestida tan elegante pero tierna. Cuando le dije que no le convenía saber de mi, era en serio... y hubiera deseado que me hubiera hecho caso, ahora tal vez estaría en algún hotel con alguna prostituta o alguna de mis asistentes. Reí al recordar nuestro percance en la casa de Jared, en la escalera, cuando no quiso bajar a saludarnos, cuando me mostró el dedo de el medio en la mesa, cuando la seguí hacia el patio, cuando se asomó a la ventana. Luego en el hospital, su linda carita pálida de niña, su frágil cuerpo manchado de sangre. Creo que cuando la vi abrir los ojos fui la persona más feliz del universo, su sonrisa, su "no me dejes" cuando fui por la enfermera, ésa frase, ésas simples tres palabras que cambiaron mi vida por completo. Cuando estaba con Scout, ella la golpeó y me tomó entre sus brazos, cuando nos acurrucamos en la cama, su aroma, su piel, sus manos, sus labios, su voz, "jamás te dejaré, espérame". Confiaba en ella, confiaba en ése "jamás te dejaré", debía hacerlo. Cuando recibí ésa llamada en casa, mi vida volvió a tener color, mi corazón no podía palpitar más fuerte, casi perdí el aire y mis lágrimas caían sobre el teléfono, era ella. Cuando me hizo la entrevista, supe desde ése momento que en verdad era ella, ella era mi pequeña _____, el amor de mi vida, la chica de mis sueños, la que me llenaba, la que me completaba. Y ahora, el último recuerdo, el que me destrozaba, al verla con vidrios a su alrededor y llena de sangre, sus ojos de pánico cuando me acerqué a ella, su grito... La voz de la azafata me despertó de pronto.
-¿Qué? -Pregunté distraído.
-Que si quiere algo para beber señor.
-Solamente agua. -Me entregó el vaso de vidrio con una sonrisa de oreja a oreja, una chica se sentó a mi lado y me observó atraída, debía aceptar que era bastante linda, rubia, ojos claros, maquillaje negro en los ojos y un poco de brillo labial. 
-Hola. -Dijo tímida.
-Hola. -Le contesté desganado.
-¿Qué tal? Soy Taylor. -Sonrió tendiéndome la mano.
-Soy Andy. -Se la estreché devolviéndole la sonrisa.
-¿Hacia donde vas? -Preguntó unos minutos después para romper el silencio.
-Europa.
-¿En serio? 
-Si, ¿tú?
-También, ¿vas por trabajo? 
-Si, ¿tú? -Repetí.
-No, en realidad voy de descanso, tengo una banda y tuve una gira bastante larga que acabó aquí, estoy feliz de volver a casa. -Sonrió alegremente y le devolví la sonrisa otra vez, era muy linda y charlatana.
-Genial, ¿cómo se llama tu banda?
-The Pretty Reckless, no sé nos conoces.
-Los conozco, ¿Make Me Wanna Die? 
-Exactamente. -Rió, tenía una risa contagiosa.
-¿Te gusta el rock?



Bien, creo que éste es el último capítulo de la primera parte, espero que les haya gustado y bueno, seguiré escribiendo aquí, no tengo muchas ganas de crear otro blog xd, muchísimas gracias por leer, les agradezco mucho sus comentarios positivos, me alegran los días, gracias en verdad