martes, 25 de marzo de 2014

Nota.

 Bien chicas, les cuento que comencé una nueva novela aquí {http://buscandoamiheroeliterario.blogspot.com.ar/}, solamente espero que les guste, muchas gracias (otra vez) y creo que esta es la última nota:3 ¡Saludos!

lunes, 24 de marzo de 2014

Capítulo 19. {Final Definitivo}

 Abrí los ojos lentamente pero me senté al instante, observé a Ash que estaba durmiendo tranquilamente, moví su hombro gritando su nombre y se despertó agitado.
-¿¡Qué sucedió!? 
-¡El casamiento Ash! -Observó el reloj y entornó los ojos al verme.
-Son recién las diez de la mañana. -Volvió a acostarse y a taparse con la sábana.
-Igualmente hay que preparar todo temprano. 
-Sabes que me preparo en diez minutos, ¿no? -Contestó debajo de las sábanas.
-No importa. -Lo destapé y me coloqué encima de él, lo besé y él abrió los ojos al fin.
-¿Quieres que prepare el desayuno?
-¿No era que odiabas cocinar?
-Por ti lo hago todo, y lo sabes.
-No hace falta que lo hagas todo, pero hoy te tendrás que preparar el desayuno tú solo, porque en una hora debo estar en la modista. -Besé sus labios una vez más y entré al baño, donde me bañé rápidamente y me cambié la ropa {}. Bajé las escaleras y me encontré con Ash en la cocina.
-¿Segura que no quieres desayunar?
-Lo haré en casa de mamá, no te preocupes, adiós. 
-Adiós, suerte. -Una vez más lo besé y salí por la puerta tomando mi cartera con las llaves de la motocicleta en la mano. En el camino recordé a Andy, hoy se cumpliría dos años de su muerte, debía volver a su casa a limpiar un poco antes de el casamiento. Al llegar a la casa de mamá, toqué el portero eléctrico.
-¿Si? -Su voz se oyó del otro lado.
-Soy yo mamá. -Las rejas se abrieron de par en par y entré tranquilamente, me quité el casco y caminé hacia la puerta principal que ya estaba abierta. Me abrazó fuertemente, apenas nos sentamos en el sofá comenzó su sermón, pero la interrumpí.
-Por favor, sé breve, llegamos tarde. -Suspiró.
-Me descubriste... bien, sólo te diré de que estoy muy emocionada y feliz por ti cielo, me alegra que hayas encontrado a la persona indicada con la cual pasar el resto de tu vida. -Me abrazó.
-Gracias mamá. -Cuando me soltó recordé algo. -Oh oh.
-¿Qué sucedió?
-Vine en la motocicleta.
-No hay problema, puede llevarnos Michael.
-¿Está aquí?
-Claro.
-¿Adam y Danny?
-Acaban de ir a tu casa, salieron hace unos segundos creo, supongo que irán a molestar a Ash.
-¿Más que anoche? -Reí.
-Pobre Ash, lo arrastraron hacia ese lugar... -Rió mi madre negando con la cabeza.
-Cierto, los chicos debieron pensar que estaban en el paraíso... 
-Seguramente. -Contestó reprobatoria.
-Bueno, ¿ya nos vamos?
-Claro. -Ambas nos paramos y de pronto Michael bajó.
-¿Ya? -Ella asintió con una sonrisa, caminó hacia mi y me dio un fuerte abrazo.
-Felicidades pequeña.
-Gracias Mich. -Le dije devolviéndole la sonrisa. Los tres salimos y nos subimos al auto comenzando el camino hacia la modista para buscar mi vestido.
-¿Qué tal esa panzita? -Preguntó mi madre.
-Espero que igual que siempre, si no puede que el vestido no me entre. -Contesté acariciando mi vientre nerviosa, solamente estaba embarazada de tres meses y mi estómago había creído apenas un poco, habíamos hecho las ecografías y nos enteramos de que iba a ser un niño... Dylan Blake. 
 Al salir de la modista nos dirigimos directamente hacia la estilista, donde me maquillaron y peinaron.
 Observé mi teléfono que marcaba las 16:30 y entré en pánico, por suerte la estilista estaba dándole los últimos detalles a mi maquillaje. Apenas terminó Michael manejó rápidamente hacia la casa otra vez, donde solamente nos dejó, ya que tenía que ir a buscar a Danny que tenía que entrar conmigo. 
 Apenas terminé de colocarme el vestido cuidadosamente, me coloqué los zapatos, el velo y me miré al espejo {27483} detrás de mi estaba Andy con un traje {16137} observándome con una enorme sonrisa, me abrazó y susurró en mi oído.
-Estoy tan feliz por ti nena... pero me gustaría que leyeras la nota debajo de la caja del collar que traes puesto. -Asentí.
-¿Irás? 
-Por supuesto, no me lo perdería por nada en el mundo. -Besó mi mejilla y volvió a sentirse tan real... de pronto caminó fuera del espejo y lo busqué detrás de mi, pero ya no estaba. Caminé hacia el cajón de la mesa de luz de mi ex habitación y saqué la cajita, quité la tapa y la espumilla que traía y encontré una diminuta hoja doblada en cuatro partes, la abrí y me encontré con un escrito: "Te regalo mi corazón, si lo utilizas siempre estará al lado del tuyo y si escuchas con atención lo oirás cada vez que me extrañes. Felicidades, siempre te amaré." Sequé una lágrima y volví a guardarlo en mi cajón, en ése momento entró Danny y me observó sorprendido, al igual que yo a él {28150}.
-Wow.
-Lo mismo digo. -Contesté recibiendo su abrazo.
-Estás increíble, no puedo creer que ya te cases, ¡y antes que yo! -Ambos reímos.
-Era de esperarse, perdiste a Myca cuando la dejaste sola en la casa por tres semanas.
-Fue para buscarte.
-Le prometiste que la llevarías.
-No revivamos esta discusión.
-Está bien...
-¿Con quién hablabas?
-Sola, estoy muy nerviosa.
-Todo irá bien, lo juro, papá y Andy deben estar muy orgullosos de ti. -Secó una lágrima.
-¡No llores, me harás llorar a mi! -Lo reté con los ojos cristalizados, él rió.
-Lo lamento, hoy estoy sensible, estás enorme, ¿cuándo creciste tanto?
-Ya basta, en verdad, mírame, se me correrá todo el maquillaje. -Rió una vez más.
-Vamos, llegaremos tarde y es lejos.
-¿Qué tal Ash? -Le pregunté saliendo de la habitación y bajando las escaleras cuidadosamente luego de él para que no pisara mi vestido.
-Tan nervioso como tú, son idénticos. -Reí. Al salir de la casa noté que mi madre ya no estaba.
-¿Y mamá?
-Se fue con Michael apenas terminaste de cambiarte, esperarán en el prado.
-Genial, ¿y en qué iremos? 
-En mi nuevo Mercedes niñita. -Apenas salimos me encontré con un auto descapotable negro increíble.
-Esto no es tuyo Daniel. -Le dije boquiabierta.
-Me ofendes, pero no, no es mío, es de un amigo de Michael, nos lo prestó por una semana. 
-Asombroso, es realmente hermoso. 
-¿Verdad que si? Súbete. -Me ordenó, yo le hice caso con muchísimo cuidado y agradecí infinitamente de que el vestido entró. 
 Al llegar por fin mis piernas y brazos comenzaron a temblar más que nunca.
-Tranquilízate, estará todo bien, llegamos unos minutos tarde pero todo irá perfecto, no te preocupes. -Me tranquilizó Danny, luego me abrió la puerta para ayudarme a bajar y al oír el sonido de la música de pronto corrimos hacia allí con dificultad y cuando estuvimos cerca de las sillas tomé su brazo y comenzamos a caminar hacia el altar, donde Ash me observó de pronto con su enorme sonrisa, se veía realmente guapo {24895}. Al llegar Danny me besó la mejilla y me dejó al lado de Ash, dirigiéndose hacia su asiento, a un lado de mamá.
-Jamás vi a una mujer tan hermosa como tú, ahora eres en verdad mi princesa. -Me susurró al oído, yo sonreí y observé al cura.
-Estamos aquí reunidos para unir en santo matrimonio a estas dos personas, _____ Meredith Worsnop Evans y Ashley Stymest. ¿Les parece si dicen sus votos matrimoniales? -Ambos asentimos y Ash sacó de su bolsillo un papel, tomó mi mano y comenzó a leer.
-_____ Worsnop Evans, yo, Ashley Stymest, prometo amarte y respetarte, cuidarte en la salud y en la enfermedad, darte todo lo que necesites y quieras, serte fiel sobre todas las cosas. Hoy me entrego a ti en este día para compartir mi vida contigo, puedes confiar en mi amor porque es real, prometo compartir y apoyarte en todos tus deseos, esperanzas y metas. Mi voto estará contigo para siempre. Cuando caigas te levantaré, cuando llores te confortaré, cuando rías compartiré tu alegría. Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo desde este momento hasta la eternidad. -Sequé una pequeña lágrima y mi madre corrió para darme mi papel, se escucharon varias risas. Cuando comprobé que mi voz no temblaba más comencé a hablar.
-No es casualidad que nos hayamos conocido,  no es casualidad que nos hayamos amado, creo que este amor que siento tampoco es casual. Ashley Stylest, ahora que estamos aquí, quiero comprometerme a ser tu compañera fiel, tu amiga incondicional y amarte eternamente. Ambos  escogimos nuestras vidas. Yo, _____ Worsnop Evans, me entrego a ti, sabiendo que nuestro futuro siempre fue caminar juntos, en la prosperidad y la adversidad, en la salud y la enfermedad, en los buenos y malos tiempos... -Terminé con un pequeño sollozo y se escucharon los miles de ecos de los aplausos.
-Bien, _____ Meredith Worsnop Evans, ¿aceptas a Ashley Stymest como tu legítimo esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? 
-Acepto. -Contesté observando su enorme sonrisa sin siquiera pensarlo.
-Ashley Stymest, ¿aceptas a _____ Meredith Worsnop Evans como tu legítima esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?
-Acepto. 
-Entonces los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia. -Dijo dirigiéndose a Ash, quién juntó sus labios con los míos en un dulce beso, cuando nos separamos esperamos a que Copeland llegara a nosotros con los anillos.
-Gracias Cope. -Le dijimos a unisono, ella sonrió tiernamente y corrió con Kellin y Kate, él tomó mi anillo y lo colocó y yo imité su acción con los dedos temblorosos. Cuando otra vez se escucharon los abrazos corrimos por la roja alfombra entre las filas de sillas sobre el césped hacia el auto bajo la lluvia de arroz, al llegar ambos nos subimos y saludé desde el vidrio, allí vi a Andy aplaudiendo con el cabello lleno de arroz riendo agitando la mano saludándome, yo le devolví el saludo con una gigante sonrisa y el auto arrancó.
-Eso fue increíble, te amo. -Le dije entre risas besando sus labios una y otra vez, él también rió.
-Yo mucho más princesa, gracias por hacerme feliz. 
-Gracias a ti también. 

 -¡Mami, quiero un helado! -Gritó Dylan a lo lejos corriendo hacia mi, Ash lo seguía detrás pero sin siquiera acercarse a él, yo reí.
-Claro cielo, ¿de qué sabor? 
-¡Chocolate! -Se acercó a mi y se sentó en mis piernas, cuando Ash llegó sacudió su cabello mojándonos a ambos. -¡Papi! -Lo retó Dylan golpeando sus piernas, volví a reír.
-Lo lamento Dylo, ¿vamos a comprar tu helado?
-¿Y mami?
-Mami quiere quedarse a tomar sol. 
-Mami, ven. -Me rogó Dylan tomando mi mano y observándome con sus preciosos ojos azules.
-Bien, vamos. -¿Cómo resistirse a ésa tierna mirada? Los tres caminamos balanceando a Dylan tomando sus dos manos.
-¿Qué tal el mar? -Le pregunté a Ash.
-Frío, pero refrescante. -Contestó guiñándome un ojo y besando mis labios levemente. Al llegar Dylan se soltó de nuestras manos y se quedó boquiabierto, delante de la heladería había una juguetería, yo reí y él salió corriendo.
-Voy yo, tú ve por el helado. -Me informó Ash antes de salir disparado detrás de él. Entré y pedí los helados haciendo malabares para que no se cayeran, uno estuvo a punto pero alguien lo sostuvo en sus manos, era jóven, pálido a pesar de que estábamos en la playa, alto y tenía anteojos negros que tapaban su mirada.
-Gracias. -Le dije.
-No hay de qué, ¿necesitas ayuda con éso?
-Creo que si, pero solamente hasta que mi marido y mi hijo vuelvan, te lo agradecería muchísimo.
-No hay problema. -Lo sostuvo y ambos nos sentamos en las sillas.
-¿Puedo saber tu nombre?
-Hmm, no sería conveniente, pero me llamo Lucas. -Reí. -¿Qué te causa tanta gracia? -Preguntó frunciendo el ceño.
-Tu manera de hablar me recuerda a una persona, ¿puedo saber tu apellido?
-Biersack. -Contestó dudoso, yo me quedé perpleja.
-¿Eres hijo de Taylor?
-Si, ¿cómo lo sabes?
-Nada, solamente me parecía que tenías un aire a tu padre, supongo que se llamaba Andy, ¿verdad? -Su ceño se hizo más pronunciado.
-¿Quién eres?
-Tu padre era mi mejor amigo...
-¿En serio?
-Si. -Contesté, luego Ash volvió con Dylan en sus brazos y éste traía un pequeño coche de juguete, Ash nos miró intrigado.
-Bien, creo que debo irme, un gusto conocerte...
-_____.
-_____, adiós. -Dijo Lucas entregándole el helado a Ash y caminando rápidamente lejos de mi vista.
-¿Quién era? 
-El hijo de Andy.
-¿Qué? 
-Si, se llama Lucas.
-Oh, no lo sabía.
-Yo menos. -Reí. 
 Al llegar al hotel, cuando Dylan por fin se durmió al lado de Ash caminé afuera y me senté en una hamaca con la manos en mis muslos. 
-¿Sabías que Taylor estaba embarazada? -Pregunté en un susurro.
-Para nada, ayer cuando le hablaste a Lucas me enteré. -Contestó Andy a mi lado también en un susurro.
-Debe haberlo estado cuando te fue a buscar al hospital.
-Supongo que si, pero eso no importa ya.
-Es tu hijo.
-Tal vez no.
-Es idéntico a ti, hasta me dijo lo mismo que me dijiste cuando nos conocimos, para mi fue una influencia del mundo del más allá. -Soltó una carcajada.
-Ya cállate. Creo que recuerdo que Taylor siempre me hablaba sobre tener hijos, pero siempre pensé en ti.
-Siempre dices lo mismo. -Volvió a reír. -Me gusta hablar contigo.
-A mi también.
-Te extraño.
-Pues ya deja de hacerlo, estoy aquí.
-Lo sé, pero no es igual.
-Claro que si. -En ése momento oí pasos acercándose. -Creo que debo irme.
-Adiós, hasta pronto.
-Hasta pronto nena. -Contestó y giré la cabeza hacia la puerta.
-¿Con quién hablabas? -Preguntó Ash adormilado.
-Siempre hablo sola y lo sabes. -Rió y se sentó a mi lado, en donde Andy ya había desaparecido por completo.
-¿Insomnio? -Asentí con la cabeza. -¿En qué estás pensando?
-En los viejos tiempos...
-¿Cómo qué?
-Pensaba en Andy, en Zack, en los momentos en lo que todos pensaron que estaba muerta, en todas las veces en las que estuve en el hospital, en cuando nos conocimos, en Savannah, en todo. 
-No sé que decirte.
-No necesitas decir nada, lo único que me importa es el presente, tú y Dylan. -Nuestras manos se entrelazaron.
-Te amo.
-Y yo a ti, tú no eres la persona equivocada.
-¿La persona equivocada?
-Claro, Andy solía decir éso, que estaba enamorada de la persona equivocada, él... -Y nos quedamos en silencio, observando a la luna y las estrellas brillando con toda intensidad en el cielo, tomando nuestras manos y charlando sobre todo, como siempre, aprovechando el tiempo a solas, aunque, ¿quién sabe? Tal vez Andy podría estar escuchando como siempre... 



Fin.






Bueno, aquí va el discurso emotivo: Muchísimas gracias a todas ustedes, mis fieles lectoras que siempre me apoyaron con sus comentarios y consejos, no tengo palabras para demostrarles cuán agradecida estoy de que siguieran mi novela. Pensar que el primer capítulo no tenía ningún comentario y apenas 10 visitas y ahora llegamos a ¡más de 100.000 visitas! Es tan increíble que apenas puedo creerlo. Saben que en verdad amo escribir, es una de mis pasiones y que ustedes estén allí siguiendo capítulo por capítulo me emociona muchísimo, nunca terminaré de agradecerles, siempre les he dicho que sus comentarios me alegran cada día, me ayudan a no dejar la historia inconclusa. Bueno, éso, ¡me alegro muchísimo que les haya gustado mi novela y que la hayan seguido siempre! Gracias infinitamente...

PD: Les aviso que, si quieren seguir leyendo alguna novela mía, pueden hacerlo aquí: {https://www.facebook.com/NovelasDeAndrewBiersackYTu}, mi firma es ➳AskingTheBridesInWhite {Por si acaso}, y le avisaré por aquí si es que subo una nueva novela {tal vez la comience mañana, por lo que tengan en cuenta esta página}



domingo, 23 de marzo de 2014

Capítulo 18.

-Lamentablemente no pudimos hacer nada para recuperar el pulso de su hermano, creemos que falleció mientras lo trasladábamos... en verdad lo lamento mucho.
-¿Qué? No... no, por favor doctor, seguramente hay algo que ustedes puedan hacer, ¡salve su vida por favor, no puedo vivir sin él! -Contesté en completa negación hasta que perdí el control de mis piernas y caí en el frío suelo, lo que me hizo recordar a su mano. 
-No podemos hacer nada ya señorita, lamento su pérdida... -Se alejó caminando lentamente. No, por favor, esto solamente debe ser un sueño, esto no puede estar pasando. Los chicos corrieron hacia mi tomándome en sus brazos.
-¿Qué sucedió princesa? -Preguntó Ash muy preocupado.
-Murió... -Contesté sin parar de llorar, sin controlar mis lágrimas, sin controlar el dolor infinito.
-Tranquila. -Susurró Austin detrás de mi tratando de no unirse a mi llanto.
-¡No, no trates de tranquilizarme, no puedo hacerlo! -Me zafé del agarre de Ash y salí corriendo de allí, tomé las llaves del auto y conducí rápidamente hacia el edificio de Andy. Ya allí me bajé del auto, corrí hacia adentro y me subí al ascensor, al llegar a su piso traté de serenarme y caminé más tranquila, saqué la llave de mi bolsillo y abrí la puerta. Al entrar sentí como su olor volví a hacerme llorar más aún, cerré la puerta detrás de mi. Recorrí todo hasta llegar a la habitación, donde pude ver sobre su cama una camisa blanca, unos jeans negros rotos y unas botas en el suelo, recordé al instante la fiesta, la primera vez que lo vi allí observándome, cuando fumó a mi lado y me observó seductoramente, cuando pregunté su nombre... otra vez estuve a punto de ahogarme con mis lágrimas, pero respiré hondo y volví a serenarme, no servía de nada entrar en pánico, él ya no estaba y no volvería y estos eran los momentos en los que comenzaba a arrepentirme de no haberle dado una nueva oportunidad, él hizo todo por mi, estuvo en un maldito y asqueroso psiquiátrico cuando y todo por mi culpa, si no se lo hubieran llevado tal vez estaría aquí a mi lado, abrazándome o tal vez besándome pero no, fui tan estúpida que permití que se lo llevasen y luego lo olvidé con otro, Zachary, que al final terminó siendo un completo traidor. Me recosté en su cama respirando su rico aroma y sentí como me quedaba dormida de a poco abrazando su camiseta.

 Al abrir los ojos sentí como alguien acariciaba mi mejilla, observé a mi lado y Andy estaba a mi lado, estaba segura de que estaba soñando, pero igualmente me lancé contra él y lo abracé más fuerte que nunca aprovechando el momento, sentí sus manos en mi cintura y su respiración en el cuello y se sentía tan real...
-¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? -Susurré sollozando en su camisa, me di cuenta de que llevaba la ropa que estaba sobre la cama.
-¿De qué hablas? Si me fui fue porque tenía que hacerlo, algo me llamó. No quiero que pienses que es estúpido.
-Claro que es estúpido, ¿acaso no ves todo el sufrimiento por el que estoy pasando?
-Tenías razón cuando dijiste que ya te había causado demasiado sufrimiento, yo no podía ser tu amigo nunca más _____, yo no podría haber aceptado eso y lo sabías muy bien.
-No era una razón para quitarte la vida. -Lo solté y acarició mi cabello suavemente.
-Hey, si alguna vez leíste la carta que te dejé antes de que me fuera a Francia sabes que quería lo mejor para ti, al verte tan feliz con Ash sé que encontraste a la persona indicada, yo era una persona más en tu vida, un amor pasajero, aunque no lo quieras aceptar estabas enamorada de la persona equivocada.
-Tú no eras la persona equivocada, diste todo por mi.
-Y tú también diste la vida de tu propia hija por mi, pero eso hacen las personas enamoradas, ¿no? Dan todo de ellos mismos por la otra persona, pero sé que también darías todo por Ash, eres su vida, él te ama en serio y es todo lo que te mereces, alguien que te trate como la princesa que eres.
-Pero te necesito.
-Debes olvidarme, estoy en un lugar mucho mejor, ya no hay dolor. -Dijo muy emocionado, algo que me hizo llorar aún más, lo volví a abrazar y me recosté en su pecho sintiendo su calor.
-¿Por qué puedo verte? -Pregunté cambiando de tema.
-Puedes verme cuantas veces quieras si en verdad me necesitas, además estaré siempre en tu corazón. 
-Te necesito a mi lado.
-Estoy aquí, siempre lo estaré, ya te lo dije.
-Sabes de lo que hablo. -Suspiró pesadamente.
-¿No quieres a Ash?
-Si.
-Entonces...
-Pero también te quiero a ti.
-Me dijiste que me querías como amigo.
-Me arrepentí.
-Tú sabes que no, siempre te arrepientes cuando pasa algo malo con la persona de la que un día estuviste enamorada. Quiero que seas feliz, sé fuerte por mi, prométemelo. -Me quedé en silencio observando como sus dedos se entrelazaban con los míos, tomó mi mentón haciendo que observara sus ojos. -Prométeme que serás feliz con Ash, te casarás, tendrás hijos y los harás feliz también, y cuando tus hijos tengan hijos les contarás esta historia a tus nietos, me recordarás con una sonrisa, recordarás las veces que reímos juntos, las estupideces que hicimos. Deja de lado el dolor, ya no existe, desapareció por completo, créeme, estoy perfecto. Escúchame, estoy bien y quiero que tú también lo estés, todo el mundo se va, todos tenemos nuestros momentos y éste fue el mío, por eso no quiero que sufras, por favor sé fuerte, ¿me lo prometes? -Volví a callarme pero luego asentí con la cabeza. -Dilo.
-Lo prometo, pero antes de que esto termine, ¿podrías hacerme un favor?
-Lo que quieras nena.
-Bésame una última vez, esto se siente tan real... -Me sonrió un poco dudoso pero finalmente juntó sus labios con los míos en una perfecta sincronía dulce y lentamente, pero luego se alejó al notar que trataba de profundizar el beso.
-No hagas eso, ahora tienes una vida, yo ya no soy real.
-Era mi último deseo antes de que terminara.
-Esto recién empieza para ti nena, no te preocupes, siempre estaré contigo. Y deja de llorar, no podré estar en paz si lloras cada tres minutos. -Me hizo soltar una risita que se borró al instante, se paró de la cama y yo también, luego de un último abrazo besó mi cabello, mi frente y por último mi mejilla. 
-Deja de sufrir, siempre recuerda que estoy bien y continúa tu camino, y vive tu vida, te repito que siempre estaré contigo. Haz lo que siempre quisiste, cumple tus sueños. Te amo cariño. -Volvió a besar mis labios pero fue muy breve.
-Espera a que me duerma para irte, por favor, no me dejes... -Suspiró.
-Recuéstate. -Le hice caso y luego se recostó a mi lado, me tapó con la sábana y me abrazó, recosté mi cabeza en su pecho.
-También te amo, muchísimo... y te extrañaré. -Luego de decirle esto, besé su mejilla una vez más y cerré los ojos lentamente.
-Antes de que te duermas, quiero avisarte que hay algo en el cajón de la mesa de luz que quería darte, puedes buscarlo cuando despiertes. Creo que te darás cuenta de que es tuyo. -Siguió acariciando mi cabello hasta que me quedé dormida una vez más.

Abrí los ojos al sentir como alguien me tomaba y me elevaba, abrí un ojo lentamente y era Ash con una expresión destrozada, enrollé mis brazos en su cuello y besé su mejilla, él me mostró una media sonrisa.
-Nos tenías muy preocupados. 
-Lo siento, necesitaba un momento a solas para sobrellevar esto. -Dije ocultando mi rostro en su hombro.
-Te entiendo, ¿quieres quedarte o volver a casa? 
-Volvamos a casa, pero quiero llevarme algo antes, ¿podrías bajarme?
-Oh, si, lo lamento. -Me dejó en el suelo. -¿Necesitas que te espere afuera?
-Si, por favor. Estaré allí en un minuto. -Asintió acariciando mi mejilla, besó mi frente y salió de la habitación. Cuando oí el sonido de la puerta cerrarse caminé hacia la mesa de luz y abrí el cajón, en donde encontré todo tipo de cosas, cigarrillos, llaves entre otras muchas cosas, pero entre todo eso encontré una pequeña caja y en seguida me di cuenta de que era para mi. La abrí y me encontré con un precioso collar en forma de un corazón real {13574}, lo quité y me lo coloqué, luego guardé la caja en mi bolsillo y caminé hacia la puerta principal. Luego de darle un último vistazo a todo salí y visualicé una silueta sobre el sofá, sonreí al instante.
-Gracias por todo. -Le dije a su silueta secando una lágrima que cayó por mi mejilla, él me observó y me devolvió la sonrisa asintiendo con la cabeza. Cerré la puerta y le eché llave. Me subí al ascensor y bajé, recordando todo lo que habíamos hecho y pensando en mi promesa. 




Bien, creo que el siguiente capítulo será el último de toda la novela, espero que les guste y bueno... desde ahora comenzaré a escribir el último, por favor no sufran y otra vez espero que les guste:3

jueves, 13 de marzo de 2014

Capítulo 17.

 *Narra _____*

Cuando por fin oí la puerta principal abrirse no me molesté en bajar, Ash ya subiría, y lo hizo. Se recostó a mi lado pero se veía extraño.
-¿Qué le sucedió?
-Nada, está perfectamente, dice que lo lamenta pero necesita un pequeño tiempo, luego vendrá a visitarte. 
-¿Y a ti que te sucede? -Suspiró.
-Debo decirte algo.
-Pues dilo. -Se quedó en completo silencio. -Ashley, dilo de una vez, no puede ser tan malo...
-Tengo una gira de un año en toda Europa y tendré que volver a Inglaterra.
-Oh, pero no puedo dejar a mis amigos y mis padres, Adam ya está a punto de terminar la escuela y no quiero perderme su graduación... -Observé como me miraba sin expresión.
-Hmm... -Al oír su tono entendí lo que quería decirme.
-No, no me dejarás.
-_____...
-¡No! No me dejes por favor, ¿qué sucederá con el casamiento? Además no puedes dejarme sola aquí, tenemos que sobrellevar esto juntos, ¿qué hay de los dos niños que quiero tener contigo? Tú eres mi vida, no puedes dejarme...
-Debo hacerlo, es una oportunidad muy grande y tienes a todos tus amigos, hay personas más importantes que yo.
-Bien, si quieres irte vete, pero hazlo ahora. -Contesté decidida dándole un fuerte golpe en el hombro y tirando a mi paso todo lo que encontré hasta que sus brazos me acorralaron y caí al suelo llorando sin consuelo. 
-Lo lamento. -Susurró.
-Todo el mundo me hace lo mismo, todos me dejan, se alejan dejándome sola, ¿tan malvada soy? ¿Por qué espanto a todo el mundo?
-No eres tu.
-Déjame adivinar, "no eres tú, soy yo", demasiado telenovelesco Ashley, vete y deja de destrozarme de una vez. -Besó mi cabello y volvió a subir las escaleras, una media hora luego bajó con su maleta y sin despedirse se fue, me abandonó por completo dejándome vacía, sola... Me recosté en el sofá hasta quedarme dormida casi sin darme cuenta.
 Me sobresalté al oír el sonido del timbre, me paré con dificultad y abrí la puerta.
-Hola. -Dijo Andy con voz pasiva y con una sonrisa.
-Hola. -Contesté algo confundida. 
-¿Por qué esas ojeras?
-Nada, no es nada. 
-Bien, ¿puedo pasar?
-Claro, lo lamento. -Entró y me siguió hasta el sofá, donde ambos nos sentamos.
-¿Qué tal estás?
-Yo bien, ¿y tú?
-Mejor.
-Eres un idiota. 
-Oh, gracias. -Contestó sarcástico.
-Hablo en serio, ¿por qué quisiste suicidarte?
-No tenía razones para vivir.
-¿Mi amistad no es una buena razón para vivir?
-¿Hablas en serio? No puedo creer que no me odies, es decir, maté a tu...
-Cállate.
-Lo siento, en verdad lo siento.
-Déjalo, te repito: estoy bien... 
-Sé que no estás bien, mira tu rostro, te vez horrible.
-Muchísimas gracias, éso en verdad acaba de alegrarme el día. -Le devolví el sarcasmo.
-Hablo de que noto que estuviste llorando, tus ojos están rojos e hinchados, tienes enormes ojeras y caminas como si fueras abuelita.
-Éso es parte tu culpa...
-Hablo en serio.
-Ash me dejó.
-Lo sé. -Lo miré frunciendo el ceño.
-¿Qué quieres decir con que "lo sé"? ¿Cómo lo sabes?
-No te mentiré, él mismo me lo dijo.
-¿Por qué?
-Quiere dejarnos el camino libre.
-¿Estás hablando en serio? 
-Claro.
-¡Andrew Dennis Biersack! ¿cómo demonios pudiste?
-¡Yo no hice nada!
-Demonios, yo sé a lo que va esto, seguramente pensaste que cambié de opinión porque me lancé encima de un auto por ti. Lo hice porque te quiero, ¡pero como amigo Andy! Dios mío, iba a casarme y tener hijos con Ashley y tú vienes y lo arruinas todo, no puedo creerlo. -Dije tomando mi cabeza con ambas manos pero entré en razón, debía estar en el aeropuerto. Tomé las llaves de la motocicleta y salí, pero Andy me tomó del brazo, ¡siempre sucedía lo mismo demonios!
-Suéltame.
-No puedes andar en motocicleta.
-¿Quién lo dice?
-Yo.
-Pues no me interesa en absoluto. -No me soltó.
-¡Andrew!
-Basta, dije que no.
-No eres quién para decirme qué haces.
-No revivamos esta discusión otra vez.
-¿Qué rayos estás diciéndome? Estoy yendo a salvar mi relación, mi futuro esposo y tú me detienes, eres tan egoísta, ¿no te importa mi felicidad?
-¿Él es lo que quieres? ¿Estás segura que nunca te arrepentirás?
-Andy, lo nuestro ya es pasado, no tenemos otra oportunidad...
-Te hice una pregunta.
-Si, él es todo lo que quiero. 
-Entonces yo te llevaré. -Me quitó las llaves y se subió.
-¿Sabes andar?
-Claro.
-No tienes casco. -Rodó los ojos.
-Colócate el tuyo y sube. -Le hice caso y me sorprendió la velocidad con la cual se dirigía hacia el aeropuerto. Al llegar al fin me bajé y le entregué el casco.
-Te quiero muchísimo, necesito tu amistad.
-No sé si pueda hacerlo luego de todo lo que ha sucedido entre nosotros, no sé si pueda verte de otra manera.
-Deja de vivir en el pasado, podemos tener un hermoso presente si ambos lo olvidamos juntos, podemos seguir adelante, lo prometo, siempre estaré para ti. -Dudó un momento pero luego me abrazó cuidadosamente.
-Está bien, te amo. -Besé su mejilla.
-También te amo, y mucho en verdad... -Tomé su mano y ambos nos dirigimos adentro del enorme aeropuerto. -Separémosnos, llámame si lo encuentras y yo te llamaré.
-Bien. -Y éso hicimos, nos separamos y estuve unos quince minutos buscando a Ash hasta que por fin lo visualicé y corrí con todas las fuerzas de las que pude ser capaz hacia él.
-Andy me lo dijo todo. -Susurré recuperando el aire a su lado, sus ojos estaban hinchados al igual que los míos.
-No debió hacerlo.
-No te vayas, no te cambiaría por nadie, Andy es solamente un amigo. Siempre hablaba en serio cuando te decía que eras el amor de mi vida, una vida contigo es lo único que quiero, seamos felices juntos, por favor, hazme feliz y vuelve conmigo a casa, por favor. -Mis ojos ya estaban empapados de lágrimas al igual que los suyos, me abrazó y besó por un minuto con la dulzura de siempre.
-¿Te casarás conmigo?
-Ya dije que si, ¿o no? -Contesté con una enorme sonrisa.
-Por supuesto. -Volvió a abrazarme.
-Bien, ya vámonos de este lugar, creo que ya no necesitas irte.
-¿Qué haremos con los pasajes?
-Podrías dárselos a Adam, le encantaría ir a Inglaterra por primera vez.
-Buena idea. -Colocó su brazo en mis hombros y caminamos hasta llegar afuera, donde Andy nos esperaba con una sonrisa, y esta vez se veía sincera, lo abracé y Ash le tendió la mano, pero para mi sorpresa se abrazaron también.
-Gracias por esto. -Le dijo Andy.
-Gracias a ti por hacerla feliz, éso es lo que más quiero. -Me colocó el casco y le entregó las llaves a Ash.
-Pasaré por el hospital para buscar las llaves del departamento, oí que Taylor ya volvió a Francia, pero no estoy del todo segura...
-No hace falta que vayas, estoy bien.
-Claro que no, iremos a visitarte todos los días. -Rodó los ojos y me abrazó.
-Ya cállate.
-Hablaba en serio, llévate la motocicleta, no podremos llevar las maletas de Ash aquí, las llaves de la casa están encima del farol de la puerta principal. -Rió y se subió con el casco.
 Al llegar a casa luego de buscar las pertenencias que Taylor había dejado en el hospital nos bajamos y entramos, buscamos a Andy por todas partes y Ash lo encontró en el baño, al escuchar su grito corrí hacia allí y me encontré con una escena perturbarte... Tirado en el suelo con un recipiente de pastillas en la mano tan frío que me preocupé al instante, pero al sentir su pulso me serené un poco. Caí al suelo y lloré en su cuerpo gritando sin parar tomando su fría mano, Ash salió de la habitación para llamar a la ambulancia que llegó en un instante, pero no me dejaron subir con él. Subimos al auto rápidamente y nos dirigimos hacia allí. Ya adentro Ash se paró de mi lado soltando mi mano.
-Tranquila, iré a llamar a los chicos, ¿podrás esperar un segundo?
-Ve, no te preocupes por mi. -Secó mis lágrimas, besó mi frente y salió. Un minuto después volvió.
 Una hora luego ya estaban los chicos allí, menos Kellin que se tuvo que quedar con Copeland ya que Kate había viajado. Cuando por fin el doctor salió de la sala de emergencias se dirigió hacia nosotros.
-Soy su hermana y ellos amigos. -Dije antes de que comenzara a hablar, él asintió.
-Señora Biersack, debo hablarle en privado por favor. -Asentí y nos alejamos de la gente. -Me observó nervioso pero luego habló por fin...

Capítulo 16.

 Cuando por fin me dieron el alta al día siguiente ya estábamos fuera del hospital, pero no había tenido la oportunidad de hablar con Andy, ni siquiera de verlo, algo que me extrañó muchísimo pero sin embargo no pregunté por él, no había hablado con nadie desde que me enteré de lo que le habían hecho a mi pequeña bebé y creo que me entendían, porque todos me dieron mi espacio sin dirigirme ni una palabra, algo que agradecí muchísimo. Al llegar a la casa con Ash me bajé cuidadosamente e ignorándolo por completo al entrar subí las escaleras y me recosté en la cama.
-¿Necesitas algo? -Susurró parado a un lado, yo negué con la cabeza sin mirar sus ojos, pero para mi sorpresa se recostó a mi lado sin tocarme. -Puedes enojarte todo lo que quieras, pero  siempre te amaré y me alegro de que estés viva, ya podremos tener un futuro, te daré cuantos niños quieras, pero esta desgracia no tiene por qué afectarnos tanto. Entiéndeme, fue horrible elegir entre nuestra hija y tú, pero tú eres su madre, ¿imaginas cómo hubiera sido toda su vida sin su madre? Yo no podría haberla criado sin ti...
-¿Puedes darme privacidad por favor? Aún no sé como sobrellevar esto, luego hablaremos. -Contesté un poco más tranquila.
-¿No quieres que te prepare algo para almorzar o que compre algo? 
-Te avisaré cuando tenga hambre, no te preocupes por mi.
-No puedes pedirme eso. -Susurró en un tono apenas audible.
-Trata de hacerlo, puedo hacer esto sola. -Rodó los ojos y salió de la habitación a paso lento. Tomé mi teléfono y marqué el número de Andy, pero ni siquiera sonaba. Traté de levantarme pero mi cintura dolió muchísimo, igualmente lo hice con mucho esfuerzo y cuidado y bajé las escaleras, abrí la puerta y comencé a caminar hasta que alguien me tomó del brazo.
-¿A dónde vas? -Preguntó Ash a mis espaldas tomando mi mano.
-A buscar a Andy, suéltame.
-¿Por qué?
-¿Y aún preguntas por qué? Me preocupa, se quiso suicidar y no quiero que lo haga.
-Bien, iré yo, tranquila, vuelve a la casa.
-Debo ir yo...
-_____, puedes hacer lo que quieras menos salir, el doctor dijo que debías hacer mucho reposo o podrías recaer, fue un golpe fuerte y podrías terminar mal.
-Déjame hacerlo.
-Basta, déjame esto a mi. -Dijo muy decidido, yo suspiré y volví a paso lento a la casa.  
-¿Me llamas?
-Lo haré, pero te traeré comida quieras o no, ¿algo en especial?
-Algo de Mc.Donalds...
-Bien, te amo.
-Yo también aunque hayas hecho lo que hiciste. -Se acercó a mi y me tomó de las mejillas.
-¿Crees que fue fácil para mi? También era mi hija y había soñado con abrazarla y besarla miles de veces, jugar con ella en el parque, llevarla de vacaciones a la playa y que hiciera castillos de arena... pero ahora debemos superarlo juntos, perdóname. Además, si tú hubieras muerto ella habría sido hija única. -Besó mis labios lentamente.
-Está bien, te perdono, ahora ve rápido a buscar a Andy. -Lo besé lentamente una vez más y luego salió de la casa cerrando la puerta detrás de él. Subí las escaleras, me recosté en la cama y comencé a ver una película al azar.


*Narra Andy*

 Al ver a Ash saliendo de la habitación caminé hacia él.
-Despertó.
-Oh, gracias a dios, ¿está bien?
-Bastante bien. -Suspiré.
-Gracias, cuídala por favor.
-¿No entrarás a verla?
-No, no puedo ver su rostro luego de lo que hice, me mata el remordimiento, yo le hice esto.
-Deja la culpa de lado. Como dijo Vic, la culpa no es de nadie.
-Es inevitable, y me sorprende que no estés furioso conmigo.
-Lo estoy, pero no sirve de nada... -Ambos nos quedamos unos minutos en silencio. -La cuidaré, tranquilo, adiós.
-Gracias, adiós. -Me di la vuelta y comencé a caminar fuera del hospital. 
 Al día siguiente de dormir en un hotel me levanté de la cama y me cambié la ropa, luego bajé en el ascensor, me coloqué la capucha de la chaqueta y comencé a caminar sin rumbo definido... Me sorprendí al ver que una hora luego me encontraba en el puente. Las diminutas gotas de agua comenzaban a mojar mis hombros y mi cabeza, me asomé al borde al no oír ningún motor cerca. Mis pies se resbalaban en el acero mojado debajo de mi y estuve a punto de caer, a punto de acabar todo esto, a punto de acabar mi miserable vida y di un paso hacia la nada, pero unos brazos me tomaron por los hombros obligándome a volver a dar el paso hacia atrás, me dí la vuelta y Ash no me soltaba.
-¿Qué haces aquí?
-Eso pensaba preguntarte yo. -Contesté malhumorado.
-Vine a buscarte.
-¿Por qué?
-_____ está preocupada por ti.
-Bien, pues dile que estoy bien y que me mudé a algún lugar lejano, porque estoy decidido. -Lo empujé hacia atrás y dí el paso, pero volvió a tomarme.
-¡Demonios, déjame morir en paz! 
-No lo hagas, tengo una proposición para ti...
-No me interesa.
-Es sobre _____.
-Te repito, no me interesa.
-Cuando me escuches te interesará al instante. -Lo observé pensativo y me volví hacia la calle a su lado.
-Habla.
-Ella... ella dio su vida por ti, te ama más que nada y la dejaré, te daré paso para que la hagas feliz, sé que puedes hacerlo, eres el amor de su vida. -Lo observé sorprendido.
-¿Estás bromeando?
-Jamás hablé tan en serio en mi vida.
-¿A dónde te irás?
-No lo sé, tendré que volver a Inglaterra para rehacer tu vida.
-Pero tu la amas...
-Si, por éso quiero que sea feliz, y tú eres todo lo que necesita. Ya sabes lo que dicen, si la amas, déjala ir...
-¿Estás seguro?
-Si, lo haré hoy mismo si quieres, pero no te mates.
-No lo haré. -Contesté decidido.
-¿Quieres que te lleve a tu casa?
-No tengo las llaves de mi departamento, ¿puedes dejarme en mi hotel? 
-Claro. -Ambos caminamos hacia su auto. En el camino comencé a pensar, ¿esto es en verdad lo que quiere _____? Estuve todo el tiempo atentando por su vida, pero puede que ahora pueda arreglarlo todo, al fin y al cabo ella siempre quiso que estuviéramos juntos... Me bajé del auto pero oí su voz detrás de mi.
-En dos horas te pasaré a buscar para llevarte a... mi antigua casa, ¿te parece bien?
-Perfecto, adiós y gracias. -Me dirigió una sonrisa triste y se alejó a toda velocidad por la carretera.


martes, 11 de marzo de 2014

Capítulo 15.

 Comencé a caminar otra vez ya afuera hacia el hospital, aunque no tenía la menor idea de que si en realidad estaba allí... debía vérmelas con todos allí, otra vez fue por mi culpa y ya estaba entendido de que todo el tiempo le causaba mal, pero ahora había sobrepasado la línea, ella había dado su propia vida por mi, por un maldito que merecía morir, que quería morir, tal vez podría haberle quitado la vida a un pequeño bebé que tenía toda una vida por delante. Rogué a dios miles de veces en mi mente, ése pequeño, ése pobre niñito inocente hijo de la mujer de mi vida... Me maldecí en voz baja y observé otra vez la acera en completo silencio. Al llegar y ver el auto de Austin en el estacionamiento suspiré pesadamente y caminé hacia la sala de espera decidido. El ruido de las puertas giratorias hizo que todos guiaran su vista hacia mi, su novio que estaba llorando sin parar se paró, se limpió las lágrimas y se colocó frente a mi.
-Tú le hiciste esto, ¿verdad? -Dijo furioso.
-Ashley, querido, tranquilízate, el único culpable fue el conductor. -Habló Daphne a mi defensa también con los ojos llorosos parándose.
-¡Claro que no, él me llamó! Seguramente la quisiste matar porque no quería estar contigo. -Tomó mis hombros con agresividad, levantó la mano para golpearme pero algo se lo impidió, Vic.
-Ya me tienen harto, ¿puedes dejar de tratar de comenzar problemas? Nadie tuvo la culpa, pero por lo único que debes preocuparte ahora es por la salud de _____ y tu hijo, no por el culpable. Ya pasó, no puedes volver el tiempo atrás y detener el auto, ¡déjalo en paz y tranquiliza tu ira de una vez demonios! -Ambos lo observamos sorprendidos, Ashley me soltó y se volvió a sentar, pero Vic siguió parado a mi lado. 
-¿Estás bien? -Negué con la cabeza tratando de contener las malditas lágrimas. -¿Quieres que salgamos para hablar?
-Luego, gracias. -Imité una media sonrisa, él asintió y recostó la cabeza sobre la pared, lo imité.

 Unas tres horas luego un doctor me observó dubitativo pero luego me quitó la vista de encima para hablar.
-¿Son parientes de ______ Worsnop Evans?
-Soy su madre, él su padrastro, su hermano, su prometido y los demás amigos. -Contestó Daphne muy nerviosa.
-Bien, necesito hablarles solamente en privado a usted y su marido si le parece bien. -Lo observé extrañado y ambos se alejaron. Unos minutos luego Daphne comenzó a negar con la cabeza llorando sin consuelo hasta caer de rodillas en el suelo sobre sus talones, Michael se agachó y tomó su rostro entre sus manos susurrándole algo, ella asintió y se paró secando sus lágrimas y abrazándolo, el doctor volvió a hablar y finalmente se alejó por donde había venido. Ella se acercó a nosotros a paso lento, Michael nos llamó disimuladamente a Ash y a mi, ambos nos dirigimos hacia ellos y Daphne suspiró.
-Por favor, no actúen como yo... el conductor dijo que tú estabas frente al auto pero ella te empujó y no alcanzó a frenar, éso quiere decir que te ama demasiado. -Dijo dirigiéndose hacia mi, Ash solamente observaba el suelo sin expresión. -Pero tú eres su prometido Ash, ustedes dos son lo más importante para ella, y sé que también hubiera dado la vida por ti, por éso quiero que tomen esta difícil decisión conmigo y les repito, no actúen como yo... -Trató de reír pero en vez de eso se le quebró la voz, luego se quedó un minuto en silencio hasta que volvió a hablar. -El doctor acaba de decirme que la vida del bebé también está en riesgo y que desgraciadamente debemos decidir entre la vida de _____ y Sav. 
-¿Sav? -Pregunté confundido.
-Savannah, ése iba a ser el nombre de nuestra hija. -Contestó Ash tapándose la cara para que nadie lo viera llorar. 
-No sé que decir, el bebé no es mío, no puedo tomar este tipo de decisión, obviamente mi respuesta es _____. -Dije dejando caer una pequeña lágrima que sequé al instante.
-Esto es demasiado difícil para mi. -Ash habló entre sollozos y Daphne lo abrazó.
-Para todos querido, para todos, pero hay que hacerlo.
-Que salven a _____, ya habrá otro momento para tener otro bebé y... me destroza, pero no puedo perderla, ella es mi vida entera. -Contestó al fin secando sus lágrimas, ella asintió con la cabeza, besó nuestras mejillas y llamó al doctor otra vez, volvimos a nuestros respectivos asientos menos yo, que me senté en el suelo abrazado a mis rodillas. Comencé a recordar nuestros momentos, era muy obvio que luego de esto me odiaría por siempre, maté a su bebé, no sabía que hacer, tenía la mente en blanco pero por lo menos no la había perdido. Tantas veces en el hospital por mi culpa, era horrible vivir con eso en la cabeza por siempre... de pronto sentí como mis párpados se cerraban lentamente hasta quedarme dormido. 


*Narra _____*

 Abrí mis ojos totalmente adolorida, sentía como si hubiera dormido un día entero y me dolía muchísimo la cabeza. Al notar toda la claridad de la habitación suspiré y recordé el auto golpeando mi cintura, traté de sentarme pero sentí un inmenso dolor allí.
-Tranquila princesa, no te aceleres. -Una mano fría acarició mi mejilla, volteé mi rostro hacia la voz y mostré una media sonrisa a Ash.
-Hola. 
-Hola. -Me besó levemente. -Me alegra que al fin despertaras.
-Yo también me alegro, pero me duele muchísimo la cabeza. 
-Ahora llamo a la enfermera. -Se paró pero tomé su mano haciendo que se volteara hacia mi.
-No me mates pero, ¿cómo está Andy?
-Mal, al igual que todos aquí. 
-¿Está aquí?
-Si, ambos dormimos aquí. Tuve ataques de ira unas dos veces pero ya estoy tranquilo... -Reí pero me callé ya que mi cintura volvió a doler, esta vez si soltó mi mano y salió por la puerta. Unos segundos luego volvió a entrar con la enfermera rubia algo mayor.
-Buenas noches cielo, ¿cómo te sientes? 
-Me duele mucho la cabeza y la cintura.
-¿Puedo observarte? -Asentí con la cabeza, luego observó a Ash. -No hay problema con él, es mi esposo. -Contesté adivinando sus pensamientos, ella asintió con una sonrisa, luego me destapó y quitó la gran venda que estaba en mi cintura, donde había una cicatriz y un enorme moretón, solté un quejido cuando rozó la herida con su dedo. Al acabar de observarme bien volvió a colocarme la venda y se dirigió hacia mi rostro, donde palpó mi labio, algo que me hizo soltar otro quejido, no me había dado cuenta de que tenía un pequeño corte allí.
-¿Te duele el brazo? -Preguntó, pero esta vez no me tocó. 
-Un poco. -Levantó mi manga en donde había otra venda tapando dos grandes cortes, un hilo unía la piel, algo que me provocó un escalofrío.
-¿Y el estómago? -Fruncí el ceño.
-No. -Asintió.
-Te colocaré un calmante en el suero, sentirás mucho sueño y te ayudará a dormir. -Asentí con la cabeza y luego de esto vertió con una jeringa un poco de líquido en la bolsa transparente que se encontraba encima de mi cabeza, conectando un cable a mi otro brazo. Al acabar salió de la habitación y Ash volvió a sentarse a mi lado acariciando mi cabello.
-Ashley, ¿qué le hicieron a Savannah? -Pregunté algo adormilada pero preocupada. Tomó mi mano y la besó.
-Duerme, mañana hablaremos. -Acarició mi cabello.
-¿Lo prometes? -Susurré.
-Lo prometo. - Sentí como mis párpados cerrarse sin poder aguantar el sueño un segundo más.

 Abrí los ojos al oír un llanto desesperado, observé a mi lado y Ash abría sus ojos adormilado.
-Tranquila, voy yo. -Besó mi frente y se paró, un minuto luego volvió con una pequeña niña entre sus brazos. -Creo que acabas de despertar a mami, Sav. -Dijo haciendo reír a la pequeña, era realmente preciosa, perfecta. La recostó entre los dos y la pequeña abrió mucho los ojos observando toda la habitación. 
-Es tan preciosa, se parece a ti. -Comenté acariciando su regordeta mejilla.
-También a ti, es la bebé más preciosa del universo. -La besó y yo reí.
-Claro que si.
-Son las dos mujeres de mi vida, esto es perfecto. -Me besó tiernamente.
-Una pregunta... ¿ya nos casamos? -Rió.
-Hace más o menos un año.
-¿Y qué hay con el accidente? -Frunció el ceño.
-¿De qué hablas? 
-Yo... yo y Andy.
-Oye _____, Andy falleció.
-¿Qué? 
-Lo lamento, pensé que lo habías superado, al fin y al cabo sucedió hace mucho tiempo...  -Volví a observarlo con cara de horror y luego la bebé volvió a llorar, la tomé en mis brazos pero se desvaneció por completo, al igual que toda la habitación y ahora me encontraba a un lado de la calle, sentada en el césped del parque con la cara llena de lágrimas iluminándome el rostro y el de Andy lleno de sangre, me paré al lado de mi silueta con expresión tranquila pisando los vidrios manchados de rojo hasta que el auto volvió a arrancar y me pisó.

 Abrí los ojos otra vez de golpe con la respiración agitada, la luz del sol entraba por la ventana pero la habitación seguía estando fría. Con cuidado tapé mis brazos con la sábana y volteé la cabeza hacia la silla, en donde Ash dormía plácidamente con la cabeza recostada a un lado de la almohada, acaricié su mejilla lentamente hasta que abrió los ojos y me sonrió.
-Hola princesa, ¿cómo te sientes?
-Hola, bien, ya no siento dolor... ¿tú?
-Si tú estás bien, yo también lo estoy. -Besó mis labios.
-¿Qué le sucedió a mi estómago? Tengo una gran cicatriz y estoy más delgada. -Su sonrisa desapareció. 
-No creo que sea el momento para hablarlo...
-No podrás ocultarlo toda la vida Ashley. Además, prometiste que cuando despertara me lo dirías... -Se quedó más o menos dos minutos en silencio acariciando mi mano y cuando miró mis ojos los tenía húmedos, fruncí el ceño con preocupación.
-Estabas muy grave, y Savannah también corría peligro... tuvimos que elegir entre tu vida o la suya.
-¿Qué? ¿Y por qué demonios no me dejaron morir? Ella... ella tenía una vida por delante, yo tengo 26 años, creo que la muerte me ha pasado por al lado unas treinta veces en las que tuve accidentes, la mayoría del tiempo estoy en hospitales y eso me enfurece, ¡deberían haberme dejado morir! -Dije entre sollozos tapando mi cara, él me observó sorprendido, trató de acariciar mi cara pero golpeé su mano.
-Ninguno de nosotros podría haber vivido sin ti...
-¡Qué egoístas son maldita sea! Le hurtaron la vida a una pequeña que ni siquiera había nacido, que tendría que haber vivido mucho más que yo. -Grité.
-Ya, tranquila prince...
-No me llames así, vete. 
-______...
-No hay "_____" que valga, ¡vete ahora mismo! -Sin oír más abrió la puerta y salió de allí, dejándome completamente sola llorando sin consuelo. Luego, ya más tranquila, sequé mi rostro y acaricié mi estómago... mi pequeña bebé, mi hijita, ¿por qué ella y no yo? Era tan injusto, era imperdonable. Volví a cerrar los ojos una vez más y de pronto me encontré en otro sueño profundo.

domingo, 9 de marzo de 2014

Capítulo 14.

 Al despertar observé a mi lado y Ash ya no estaba allí, me paré y corrí la cortina... las estrellas manchaban todo el cielo despejado. Suspiré, ya dos semanas desde el accidente, Andy aún no despertaba y comenzaba a preocuparme muchísimo. Todos los días había ido junto con los chicos a verlo y siempre seguía igual, lleno de vendas, lastimaduras que ahora comenzaban a convertirse en cicatrices y cables. El pitido de la pantalla que se repetía una y otra vez entre el silencio de la aún fría sala estaba irritándome poco a poco aún más cada día que iba y yo seguía hablando con él, contándole todas y cada una de las experiencias de todos los días sin darle la mínima importancia al hecho de que tal vez no me escuchara. Me paré de la cama y bajé las escaleras, había una nota encima de la mesada: "Buenos días princesa, voy al aeropuerto a despedir a mis padres y hermana. No te desperté ya que sé que estás bastante cansada por lo de ayer... te amo. -Ash." Recordé el día de ayer, en donde me encontraba junto con April, Cheryl y mi madre en una tienda de vestidos de novias, creo que fue la experiencia más incómoda que pude haber vivido ya que me probé más de 20 vestidos y ninguno me gustó, no sé como pudo ser éso posible pero finalmente no pude encontrar ninguno. Habíamos decidido planear la boda para dentro de unos tres meses y ya estaba obligada a preparar las cosas necesarias. Aunque no me atraía mucho la idea de tener una fiesta en grande Cheryl me había convencido a duras penas de hacerla. Me volví a dirigir hacia la habitación otra vez donde me cambié la ropa {http://25.media.tumblr.com/f6aeb355a62e581bf455c22fe0e7583f/tumblr_mf9bvjFyBX1qc5qpxo1_500.jpg} y caminé hacia afuera de la casa, tomé mi teléfono y marqué el número de Ash, quién me contestó rápidamente.
-Buenas noches amor.
-Hola... iré al hospital.
-Wow, ¿te sucede algo?
-No, lo lamento, estoy demasiado estresada por lo de ayer y Andy.
-Te entiendo, en una media hora estoy en casa, ¿quieres que pase por ti?
-No hay necesidad, me llevo la motocicleta.
-Está bien, te amo, ten cuidado y ¡lleva casco!.
-Siempre, yo más, tú también, adiós. -Corté y guardé el teléfono, luego tomé las llaves, el casco y me subí a la motocicleta. Al llegar estacioné a un lado del automóvil de Austin y me bajé. Entré y allí estaban todos.
-¿Qué tal el niñito? -Preguntó Danny palpando mi estómago.
-Querrás decir la niñita. 
-¿Será niña? -Preguntó Kellin.
-Exacto.
-Entonces Cope tendrá una amiga. ¿Ya tienen el nombre?
-Savannah Bella.
-Es un precioso nombre. -Comentó Austin.
-Gracias, ¿y Taylor?
-¿La rubia? Dentro con Andy, creo que ha estado una media hora allí dentro. -Reí.
-Debes entenderla, es su esposa, ¿no ha mostrado cambios?
-Ni uno.
-¿Y tú como estás?
-Mejor, gracias, mi brazo ya no duele.
-Me alegro.
-Gracias de nuevo. -En ése momento se oyó un chillido dentro de la habitación de Andy y todos nos paramos.
-¡Andy escapó! -Taylor asomó su cabeza volviendo a chillar, sin pensarlo corrí dentro de ella pero la cama estaba vacía, parpadeé un par de veces y al pensar que era un sueño mi expresión de sorpresa desapareció. 
-Señoritas, deben salir ahora. -Dijo el doctor tomando nuestros brazos, pero yo me zafé y me asomé a la ventana, Andy corría por la calle. 
-¡_____, reacciona! -Gritó Kellin moviendo mis hombros.
-Esto es un sueño. -Susurré.
-Claro que no lo es.
-Él... él está bien, está aquí, todavía no despierta, pero me gustaría que lo hiciera...
-_____, ya basta, nos asustas, salgamos de aquí. -Dijo Austin tomando mi mano lentamente.
-No, quiero hablar con Andy, sé que no está despierto, pero tal vez me escucha.
-Esto no es un sueño, estamos en la vida real, Andy acaba de escapar. -Parpadeé un par de veces otra vez y entré en razón, corrí hacia la salida cuando una mano me tomó del brazo haciendo que parara.
-¿Qué quieres Austin? -Pregunté frustrada dándome la vuelta.
-¿A dónde crees que vas?
-A buscar a Andy.
-No, no te dejaré ir a esta hora de la noche. -Rodé los ojos.
-Por favor Austin, ya déjame, no soy una niña.
-Dije que no. -Estaba claro, no había otra alternativa, me senté en el piso con las manos en la cara tratando de parecer lo más convincente posible, y funcionó. -¿Qué te sucede?
-Contracciones, llama a algún doctor por favor. -Trató de levantarme pero solté un grito ahogado.
-Bien, espérame aquí, en un segundo vuelvo. -Corrió dentro y me subí a la motocicleta a toda velocidad, me coloqué el casco y arranqué. Bajé la velocidad ya al comenzar a dar vueltas al parque cerca de allí iluminando con las luces cada vez que pasaba, pero nada. Debía seguir a pié... estacioné a un lado y bajé comenzando a caminar entre los árboles con la ayuda de la tenue luz de los pocos faroles, hasta que pude observar una silueta en la calle iluminada por los faroles de un auto que se acercaba a toda velocidad, al darme cuenta de que era Andy el que se veía totalmente desconcertado observando al piso corrí con todas mis fuerzas para empujarlo de allí y lo último que sentí fue un fuerte golpe en mi cintura.


*Narra Andy*

Abrí mis ojos al sentir un intenso dolor en mi brazo, lo observé y había un cable conectado en mi vena, lo quité y dirigí la mirada hacia un lado, Taylor me observaba horrorizada.
-¿Tú qué haces aquí? -Pregunté casi sin voz.
-Vine... vine a buscarte amor. -Trató de acariciar mi mejilla, pero tomé su mano y en mi brazo había un incómodo yeso.
-No quería que me buscaras, vine aquí para alejarme de ti. Eres una perra Taylor, ya no quiero saber nada contigo.
-Pero aceptaste mi invitación a la cena.
-Cambié de opinión. -Traté de sentarme pero todo volvió a dolerme.
-No hagas eso, estás muy mal, hace dos semanas que estás en coma.
-No me digas como estoy, estoy consciente de ello. -Volví a pararme y esta vez aguanté la respiración para evitar todo el dolor, visualicé mi ropa a un lado de una puerta y comencé a cambiarme mientras sentía los shockeados ojos de Taylor a mis espaldas. -¿Piensas quedarte ahí mirándome todo el día?
-Es de noche. -Rodé los ojos y al acabar de cambiarme me dirigí hacia la ventana, definitivamente no me dejarían ir y solamente estábamos en un primer piso. -Por favor no te vayas, dame una oportunidad. -Dijo Taylor tomando mi mano.
-No hay segundas oportunidades para lo que hiciste. -Me solté y salté hacia afuera pero mis piernas me fallaron y caí dándome un fuerte golpe en el brazo con el yeso, ahogué un grito que apenas se escuchó y volví a pararme para correr hacia la carretera. 
 Unos minutos luego había llegado al parque y comencé a caminar sin rumbo hasta que entré en razón. Sin Taylor, sin _____, ¿qué podría hacer? Ya no tenía una razón para seguir, tendría que volver al hospital y luego rehacer mi vida otra vez escapando como siempre lejos de ella, pero siempre sucedía lo mismo, escapaba y cuando todo marchaba mal volvía y arruinaba la de ella con proposiciones estúpidas, ni siquiera podríamos ser amigos y la entendía perfectamente. Me paré en seco y observé el suelo, mis zapatos estaban sucios. Reí por el pensamiento estúpido, pero luego mi sonrisa se borró y me quedé observando a la nada hasta que sentí como alguien me empujaba haciéndome caer otra vez sobre el brazo haciendo que gritara fuertemente, pero me callé al oír el rechinido de unos neumáticos y un fuerte golpe junto con vidrios rotos cayendo al suelo, ¿alguien había dado su vida por mi? ¡No!  Me paré y corrí hacia el lugar donde visualicé una enorme mancha roja y volví a gritar al ver su cuerpo tirado en el suelo, ¡otra vez no, demonios, debía ser yo! Traté de levantarla pero se me dificultó enormemente por el maldito yeso, entonces me senté a su lado gritando ayuda, pero nadie me escuchaba. Comencé a observar su cara y su cuerpo llenos de sangre y noté que su estómago comenzaba a crecer. No, ella me mataría si su bebé muriera. Busqué en sus bolsillos y por suerte encontré su teléfono, marqué el primer número que encontré sin observarlo, sonó dos veces y una voz se oyó al otro lado.
-¿Qué sucedió princesa? -¡Demonios! 
-Llama a la ambulancia, a _____ la acaban de atropellar. 
-¡¿Qué?! ¡¿Qué demonios le hiciste mald... -Corté antes de seguir escuchando y esperé unos minutos más hasta que la ambulancia llegó por fin, el hombre del auto estaba inconsciente también, pero no le di la menor importancia. 
 Al llevarse a _____ no fui capaz de subirme a la ambulancia con ella, era demasiado para mi, aunque uno de los enfermeros se acercó hacia mi preguntándome si estaba bien, a lo que contesté que si con la voz ronca y me dejó allí hasta que vi venir a un oficial de policía, no tenía ánimos de atestiguar nada, entonces corrí fuera de su vista antes de que me obligara a hablar. Caminé y caminé hasta llegar por fin al edificio, donde subí el ascensor pero al darme cuenta de que no tenía la llave volví a bajar sintiéndome un completo idiota, pero igualmente tendría que ir al hospital a ver a _____...




Lamento muchísimo tardarme en publicar, pero estoy muy ocupada últimamente. Trataré de subir día por medio y capítulos cortos, por favor no me maten y leí todos los comentarios del capítulo anterior... les agradezco muchísimo de corazón, en serio, me alegran el día:3 ¡Besos!