-Buenos días.
-Buenos días, hoy cumplimos diez meses, los conté. Es sábado. -Dijo adormilado, yo reí.
-Dos meses para un año, felices diez meses Ash. -Besé sus labios despacio. Si, al pasar unas tres semanas en California por fin recibí una llamada de él diciéndome que si podíamos encontrarnos, a lo que por supuesto acepté. Luego de pasar unos cuatro meses siendo amigos me propuso salir, y ahora aquí estamos, yo en la casa que iba a compartir con Zack, con el que no tuve contacto excepto el día en el que lo llamé para pedirle, u obligarlo a que quitara sus pagos de la casa. Habíamos comenzado a convivir hace tan solo dos meses en ésta preciosa y espaciosa casa.
-Igualmente mi hermosa _____.
-Tengo mucha hambre. -Susurré.
-¿Qué hora es? -Le eché un vistazo al despertador que marcaba las 12:23.
-Demonios, las doce y media, nos perdimos el desayuno, si me sueltas iré a preparar el almuerzo.
-No lo sé, no tengo muchas ganas de dejarte ir. -Volvió a besar mis labios suavemente.
-Bien, en ése caso, ambos moriremos de hambre...
-Pero felices. -Reí y cuando por fin me soltó ambos nos levantamos para luego bajar por las escaleras tranquilamente.
Al acabar el almuerzo, coloqué los platos en el lavavajillas y me senté en el sofá junto a Ash. De pronto, el sonido de su teléfono nos exaltó a ambos, atendió al instante.
-¿Si?... Oh, hola mamá... Estoy bien, gracias, ¿ustedes?... Bien, ¿qué tal el trabajo?... Oh... Está bien, a mi lado, acabamos de almorzar... Spaguettis... Claro que si... Mamá, no seas grosera... Bien, como digas... Está bien, pero recuerda que estoy en California... Ok, luego te paso la dirección, cuídate y saludos, adiós. -Cortó y se quedó mirando el teléfono, luego se volvió hacia mi.
-¿Qué sucede? ¿A tu madre no le caigo bien ya? -Soltó una risita.
-Eres una tonta, tú siempre le caes bien a todo el mundo. Me preguntó si cocinas bien, que si no me enviaría comida desde Londres. Dijo que vendría a visitarme y así aprovecharía para conocerte.
-Asombroso, suerte que tenemos la habitación de huéspedes.
-Exacto.
-Debo limpiarla, ¿cuándo vendrá?
-Dentro de una semana o dos, me avisará.
-Entonces tengo tiempo, pero recuérdamelo por favor.
-Claro. -Besó mi mejilla.
-Demonios, sigo teniendo hambre.
-Últimamente tienes hambre todo el tiempo. -Rodó los ojos.- Te compré dulces, están en la alacena.
-No sé qué me sucede, pero eres el mejor novio del mundo. -Besé su mejilla y caminé en busca de los dulces, cuando por fin los encontré me di la vuelta hacia Ash que había pronunciado mi nombre en un susurro y me observaba horrorizado.
-¿Qué sucede Ash?
-Hace más o menos cuatro semanas no usamos protección...
-¿Y? -Pregunté confundida.
-Estás demasiado hambrienta desde ésa noche y me has dicho que sentías dolores de cabeza.
-Ve al punto Ashley. -Comenzaba a ponerme nerviosa.
-Dime por favor que no estás embarazada. -Pestañeé un par de veces, ahora yo estaba horrorizada, tenía razón.
-Éso es imposible, tomé la pastilla anticonceptiva.
-Claro que no _____, la tomaste una semana después.
-¡M*ierda, no puede ser! -Exclamé llevando mis manos hacia la cabeza con preocupación.
-Iré a buscarte un test de embarazo. -Contestó tomando las llaves de su motocicleta y dando un fuerte portazo a la puerta al salir. Me senté en completo shock en el sofá, el apetito ya se me había ido. Unos veinte minutos luego la puerta se abrió y Ash me entregó una bolsa y caminé aterrada hacia el baño rogando que diera positivo.
Esperé un momento y dos líneas aparecieron, observé la caja y su significado... positivo. Me observé al espejo, me veía pálida y aterrada. Pasaron unos diez largos minutos y no podía moverme de allí... dos pequeños golpes en la puerta me sobresaltaron.
-Cariño, ¿estás bien?... Oye _____, ¿puedo entrar? -No podía articular ni siquiera una palabra, al no escucharme abrió la puerta y me observó con expresión pasiva. -¿Qué sucedió? -Levanté la mano y le mostré el test. -¿Éso quiere decir positivo? -Asentí con la cabeza, se situó detrás de mi y tomó mi cintura. -Tranquila, trataré de ser un buen padre. -Sin poder aguantar más me di la vuelta y comencé a llorar desconsoladamente en su hombro mojando su camiseta. -Ya cariño. -Acarició mi espalda rítmicamente.
-Ésto no tendría que haber pasado. -Dije entre sollozos, él tomó mi rostro entre sus manos y secó mis mejillas.
-¿Por qué lloras?
-Porque no estoy lista para ser madre, y sé que tú tampoco. Esto fue demasiado inesperado, recién acabamos de cumplir diez meses. Tengo mucho miedo de ser una mala madre.
-No digas éso, lo que cuenta es que haremos nuestro mejor esfuerzo para darle la mejor vida al pequeño, serás la mejor madre del universo. Ahora te llevaré a la habitación. -Luego de decir ésto me tomó entre sus brazos comenzando a caminar conmigo, apoyé mi cabeza en su pecho dejando que las lágrimas volvieran a caer. Me recostó en la cama y se recostó a mi lado entrelazando nuestras manos observándome.
-Esto es una porquería. -Dije otra vez entre sollozos.
-Ya, basta de llorar, no tenemos que pensar que esto es una desgracia. Se supone que un bebé es una bendición, y fue inesperado, pero este maldito será nuestro hijo. -Colocó su mano en mi vientre, yo solté una risa.
-Creo que éste maldito no cree tus palabras. -Dije refiriéndome al bebé.
-O maldita...
-Eres un bastardo. -Contesté entre risas.
-Tu bastardo.
-Claro que si. -Besó mis labios tiernamente y luego ambos observamos el techo.
-¿Sabes? Si es niño me gusta el nombre Blake, si es niña...
-Savannah. -Lo interrumpí recordando de pronto la carta de Andy, siempre amé ese nombre, al igual que Dylan.
-No iba a decir éso pero amo el nombre.
-¿Qué ibas a decir? Me gusta Dylan si es niño.
-Bella, y también me gusta Dylan.
-Podría ser Savannah Bella, o Blake Dylan. -Solamente asintió con la cabeza.
-Savannah Bella Stymest y Blake Dylan Stymest, mi pequeños hijitos. -Susurró aún con la mirada en el techo y posando otra vez su mano en mi vientre.
-Suena bien.
-¿Verdad que si? -Noté una enorme felicidad en su rostro, era contagiosa, este bebé no iba a ser tan malo como lo parecía...
*Narra Andy*
Al llegar a casa luego de una larguísima jornada de trabajo observé mi reloj de muñeca, que marcaba las 21:05. Abrí la puerta con mi llave y me quité la corbata y el saco junto a los zapatos. Luego caminé hacia Taylor que observaba la televisión con poco interés comiendo un dulce, besé su cabello y me senté a su lado.
-Hola, ¿qué tal te fue?
-Bien, ¿tú que hiciste?
-Ensayar.
-¿Ensayar? ¿No dijiste que los ensayos se habían suspendido ya que el baterista había tenido un accidente?
-Se... se recuperó. -Contestó dudosa.
-Oh.
-Te dejé un sándwich en el refrigerador. -Cambió de tema tan bruscamente sin quitar la vista de la pantalla que hizo que frunciera el ceño, últimamente había estado fría y rara. Me paré y tomé el sándwich comiendo lentamente.
Al abrir el grifo del agua caliente de la ducha oí dos golpes.
-Andy, saldré a comprar helado, vuelvo luego.
-Bien. -Contesté decidido.
Al salir de la ducha me extrañó no ver otra vez a Taylor de vuelta. Me coloqué el pijama y comencé a oír una vibración en la mesa de luz, había olvidado su teléfono y la llamaban desde un número desconocido, pulsé contestar.
-Hey cariño, olvidaste tu chaqueta junto con tu sostén... -Dijo un hombre con voz grave al otro lado, me repugnó tanto que las palabras no salieron. -¿Tay?
-¿Quién m*ierda eres? -Pregunté furioso.
-Wow, temo que debo preguntarte lo mismo antes de contestarte.
-Soy el marido de Taylor.
-Me tienes que estar jodiendo.
-No lo hago, ¿qué demonios hacías con mi esposa hace un momento?
-Bueno, por lo que escuchaste supongo que la respuesta es obvia.
-¿Sexo?
-Claro hermano. -Me impresionó su tranquilidad.
-¡M*ierda! ¿Hace cuánto tiempo? -Oí el sonido de la puerta de la habitación abrirse, Taylor entraba despeinada y a la habitación caminando lentamente, yo corté antes de que el hombre pudiera contestar y dejé su teléfono en la cama.
-¿Qué sucedió? ¿Qué hacías con mi teléfono?
-Nada cariño, llamó tu madre. -Contesté tratando de mantener la calma.
-Oh, ¿qué dijo?
-Nada importante, ¿por qué tardaste dos horas en llegar?
-Tuve que viajar por todas las heladerías de aquí, no había ninguna abierta.
-Y dime, ¿dónde está el helado?
-Hmm...
-Te llamó un idiota diciendo que habías olvidado tu sostén en su casa. -Solté sin pesar, ella me observó con los ojos abiertos y luego soltó una risa nerviosa.
-¿Qué?
-No te hagas la estúpida Taylor, ahora sé por qué estabas tan rara y fría últimamente, me estabas engañando. En verdad nunca pensé que podrías hacerme éso.
-Oye Andy, puedo explicar... -Contestó acercándose a mi pero la alejé tomando sus hombros.
-No quiero que expliques nada, ya es suficiente. -Sin decir nada más tomé una maleta y comencé a juntar mi ropa.
-No hagas esto Andy, por favor, déjame explicarte por favor. -Tomó mi espalda pero se sobresaltó dando un paso hacia atrás con los ojos muy abiertos cuando me di la vuelta rápidamente.
-No me vuelvas a tocar, me das asco. -No volvió a hablar, se sentó en la cama observando como tomaba mi ropa y la colocaba en la maleta.
-¿Me dejarás? -Dijo en un susurro junto con un sollozo.
-¿Y tú que crees? ¿Qué hubieras hecho tú si una zorra me hubiera llamado diciéndome que olvidé mis bóxers en su casa? -Volvió a quedarse en silencio, me coloqué unos jeans negro junto con una chaqueta, botas y una camiseta blanca y salí de la casa sin mirar atrás tomando las llaves de mi auto. Manejé hacia el aeropuerto y sin pensarlo otra vez reservé un vuelo a California. Solamente debía esperar una hora ya que era el último vuelo, suspiré aliviado y al oír la voz de llamada de mi vuelo caminé tranquilamente dejando mi mente totalmente en blanco al subir al avión. La volvería a ver luego de ése día en el hotel, donde quería proponerle que fuéramos amigos... pero la vi con otro, ella tenía una vida igual que yo y no lo sabía hasta ése maldito día en el que ése idiota la tomó de la cintura por detrás. Pero, ¿estaba listo para volver a verla? Claro que si, o éso pensé. No podría volver a enamorarme de ella, era pasado, aunque con los bizarros acontecimientos de esta noche no tuve ningún tiempo para pensar en absolutamente nada luego de subirme al avión.
hay por dios!" rayita estas embarazada! y no es de Andy :C ahahadn seguila porfiis
ResponderBorrarOh cielo,sigo con vida :D porfis siguela, me encanta. No pude entrar un largo tiempo(ya te contare <3) bueno,sigue que lo haces muy bien!
ResponderBorrarMe muero! Continua pls! xxx
ResponderBorrardios esta genial la adoro, publique una novela y me gustaria mucho que tu la leyeras http://el-amornomuere-bvb.blogspot.com/ bueno esta es y espero el otro capitulo
ResponderBorrarEn seguida la sigo chicas *u* Muchas gracias Vicky, no te hagas problema cariño:3 Panconqueso (amo tu user xd), acabo de leerla y comentar♡
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