miércoles, 5 de febrero de 2014

Capítulo 8.

Me desperté al oír gritos en la sala, corrí hacia allí y me encontré con Austin sentado en el sofá con un hilo de sangre cayendo por su nariz y Adam tratando de tranquilizar a Zack que estaba furioso.
-¿Qué demonios sucede aquí? -Dije haciendo que las tres vistas se fijaran en mi.
-Te vi luego de revolcarte con tu amiguito querida. -Contestó Zack más que furioso, yo solté una risa.
¿De qué rayos hablas idiota?
-No fe hagas la estúpida ahora ____, los vi a ambos en la cama.
-¡Es mi mejor amigo, nunca se aprovecharía de mi estado!
-Deberías haber estado conmigo. -Contestó entre dientes.
-Veo que estabas demasiado borracho como para recordarlo, pero creo que esto te ayudará. -Caminé hacia él y desprendí su camisa dejando al descubierto las marcas rojas de labial. -Supuse que seguirían allí, el labial de zorra es difícil de quitar. -Se dio la vuelta para observar la expresión reprobatoria de Adam y en ese momento pude ver tres marcas moradas en su cuello. -También tienes chupones en el cuello idiota. -Grité reprimiendo mis lágrimas, trató de acariciar mi mejilla pero di un paso hacia atrás impidiéndoselo.
-En serio lo lamento... -Volvió a acercarse.

-No te atrevas a tocarme, quiero que te vayas ahora mismo, no quiero volver a verte.
-Puedo explicar...
-¡No quiero oírte, dije que te vayas! -Me senté a un lado de Austin y Adam se sentó a mi lado, los tres observamos como Zack caminaba lentamente hacia afuera dando un fuerte portazo. Tomé un paño y limpié la sangre de la cara de Austin.
-Eres muy fuerte, estoy orgulloso de ti. -Dijo junto con un quejido.
-También yo, eres en verdad impresionante _____. -Dijo Adam colocando su brazo en mi hombro, yo reí.

 Terminamos de empacar las cosas y las llevamos al auto, por fin nos iríamos, aunque extrañaría Europa, Francia era en verdad preciosa... Nuestro vuelo era a la tarde siguiente, así que nos decidimos en dar un último paseo. Eran las 17:45 y acabábamos de merendar, salimos del café y comenzamos a caminar hasta que paramos en una gran tienda de recuerdos.
-Chicos, tengo que comprar algunas cosas para los chicos y mi madre, ¿me esperan? -Ambos asintieron con la cabeza.
-Daremos unas vueltas hasta que termines, nos encontramos aquí.
-Bien. -Contesté y me adentré al bonito local, donde comencé a ver distintas cosas hasta que me decidí por algunas mini estatuillas de la torre Eiffel, tomé tres y cuando tomé la cuarta mi mano se chocó con la de un hombre.
-La vi primero... -Dije tomándola, él alejó su mano y sonrió.
-Toda suya señorita, ¿necesitas ayuda?
-Sería bueno, gracias. -Reí. -No tienes acento Francés.
-No lo soy, en realidad vine para hacer una sesión de fotos, mi nombre es Ashley Stymest. -Me tendió la mano, la que estreché con amabilidad.
-Mucho gusto, _____ Worsnop Evans. -Vestía así {24563} y por su hermoso rostro cualquiera se daba cuenta de que era modelo. -¿Vienes a comprar recuerdos?
-En realidad te vi pasando y entré. -Reí tímidamente. -Eres muy bonita _____.
-Gracias Ashley.
-Dime Ash por favor.
-Ash. -Repetí con una sonrisa tonta.
-Estoy aquí en frente, ¿quieres quedarte a ver la sesión y luego tomamos algo? Hay un bar aquí cerca... 
-Claro, pero antes les debo avisar a mis amigos y tengo que pagar los recuerdos. -Sonrió y me ayudó a llevarlos hasta la caja, donde los pagué y los llevé en la mano en la pesada bolsa dirigiéndome afuera con Ash. Nos quedamos allí hasta que visualicé a los chicos en frente hablando con una chica pelirroja.
-¿Qué hace Lizzie con ellos? -Susurró para si.
-Son mis amigos. -Me observó sorprendido.
-¿En serio? -Asentí con la cabeza y ambos cruzamos la calle.
-Hola chicos.
-Oh, hola _____. -Contestó Adam, Austin estaba embobado con la bonita chica, Ash carraspeó haciendo que ambos se quitaran la vista de encima.
-Lizzie, ella es _____. _____, ella es Lizzie. -Le dirigí una sonrisa amable que me devolvió mientras estrechaba su mano. 
-Chicos, saldré con Ash dentro de un rato. 
-Nosotros con Lizzie.
-Podemos salir todos juntos. -Contestó Lizzie animada dando saltitos.
-Es una buena idea, ¿al bar de aquí cerca? -Preguntó Ash, ella asintió sonriendo.
-Bien, pero ¿no tienes sesión ahora? -Le preguntó.
-Si, pero _____ se quedará a verla, no creo que Tony demore tanto. -De pronto no seguí prestando atención a lo que decían, Ash me tomó de la mano y entramos a la gigante y lujosa casa hasta parar en la parte de la piscina, donde había un gran equipamiento fotográfico ya armado. Ash saludó y me presentó a un par de personas y me señaló una silla con su nombre, donde me senté. Wow, ésto era muy Hollywood, no pensé que los modelos tenían una silla con su nombre. 
 Al finalizar la sesión volvimos a saludar y salimos. Ya estaba oscureciendo y comenzaba a hacer frío, y él lo notó. Antes de salir caminamos hacia dentro de la mansión, en una de las habitaciones llena de ropa, tomó una chaqueta de cuero pequeña y me la tendió.
-Pero... ¿no te dirán nada de que la sacaste?
-No tienen por qué enterarse. -Dijo riendo y ambos salimos corriendo hacia el pequeño bar en una esquina a unas dos cuadras. 
 Al acabar la primera cerveza entre carcajadas suspiré con alivio, sentí que por fin después de 24 horas de completo dolor comenzaba a olvidarme de mis problemas, de Andy y Zack... 
 Unas dos horas después las 4 cervezas pequeñas comenzaban a hacer efecto.
-Oye nena, ¿quieres irte? -Me preguntó Ash tomando mi cintura para que no cayera, yo asentí con la cabeza cerrando los ojos. -Bien, pero el auto está a tres cuadras, te cargaré, pero no te desmayes. -Dijo divertido observando mi cara cansada.
-¿Estás en condiciones para conducir? -Pregunté arrastrando las palabras.
-Si, solamente tomé una cerveza y whiskey, pero no me afecta tanto como a ti. -Contestó otra vez divertido, me tomó en sus brazos, yo apoyé la cabeza en su hombro y sentí como todo se revolvía dentro de mi cuando comenzó a caminar. Oí como le avisaba a los chicos que me llevaría al hotel y ellos aceptaban. Al llegar por fin sentí mis pies tocando el sueño y toda la bebida amenazó con salir.
-Vomita cariño. -Me agaché y él tomó mi cabello. Me tendió un pañuelo para que limpiara mi boca y volví a pararme ya un poco mejor. Me ayudó a subirme al bonito Audi rojo y me colocó el cinturón. Apoyé la mejilla en el frío cuero del asiento y Ash comenzó a conducir.
-No me dijiste dónde estás.
-Hotel Marriott. -No contestó. -¿Puedes quedarte conmigo? -Me observó sorprendido.
-¿Tus amigos no se enojarán?
-Tengo una habitación doble, y mi pareja me dejó...
-¿Por eso bebiste tanto?
-No estaba hablando de éso, pero si.
-La bebida es un buen recurso para ahogar las penas.
-¿Y bien?
-¿El qué?
-Quédate conmigo Ash, además mañana me voy.
-Oh, ¿de dónde eres?
-California.
-¿En serio? ¡Asombroso! Yo tengo una casa allí.
-Genial. -Susurré. -Podremos vernos.
-La gira fotográfica termina en dos semanas, tengo que estar en Europa unas semanas más y vuelvo, pero podemos encontrarnos cuando vuelva. Dame tu número. 
-Te lo doy mañana, si lo recuerdo y si te quedas.
-¿Segura?
-Claro que si, ¿por qué dudas tanto? ¿Acaso Lizzie se pondrá celosa? ¿Es tu novia?
-No, no es por éso. Me quedaré, no te preocupes. -Me sonrió y yo volví a cerrar los ojos hasta que llegamos al hotel y otra vez me ayudó a bajar, no podía ni sostenerme en pié sin que todo me diera vueltas. Tomó mi cintura para luego elevarme, pero tomé sus brazos instantáneamente.
-Por favor no me cargues, me marea mucho. 
-Oh, lo lamento. -Tomó mi mano y mi cintura y comenzamos a caminar hacia el ascensor, donde presioné el número 24. Al llegar caminamos hacia la puerta de la habitación 18.
-Tienes llave, ¿no? 
-Revisa mi bolsillo, no tengo fuerzas. -Sentí su tacto en mi bolsillo trasero y observé que estaba sonrojado, reprimí una risa y cuando sacó la llave abrió la puerta, me recostó suavemente en la cama, me quitó los zapatos, la chaqueta, desprendió un poco mi camisa y me tapó con la sábana, dio media vuelta pero tomé su mano.
-No quiero estar sola. -Susurré, él me sonrió y besó mi mejilla.
-En verdad eres hermosa.
-¿Hasta borracha? -Rió.
-Hasta borracha. -Murmuró quitándose las botas, la chaqueta, la camisa y se recostó a mi lado, apoyé mi cabeza en su pecho desnudo y él besó mi cabello. Si, en serio debía estar borracha para dejar que un hombre que apenas conocía pero totalmente hermoso se quedara conmigo, pero no pude evitarlo. Sabía que, aunque estuviera sobria, no podía perderme esta gran oportunidad de la mínima felicidad, o simplemente distracción. Cerré los ojos y me quedé dormida oyendo los latidos de su corazón.

3 comentarios:

  1. Ayyy rayita!! Eres toooda una loquilla cuando estas brorrachita
    XD

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  2. OMG , siguelaaa! plis adasdasda es tan aditiva tu novela

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  3. OMFG! Siento no haber comentado ni siquiera una vez en la primera temporada,de verdad que lo siento y me arrepiento,me he leído las dos temporadas en dos días! Está genial,eres muy buena escribiendo,al principio me aburría,pero sabes como avivar esto! Cada vez esta más interesante,me alegras el día de estudios cuando veo un nuevo capítulo.
    Besiiis! <3

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