martes, 11 de marzo de 2014

Capítulo 15.

 Comencé a caminar otra vez ya afuera hacia el hospital, aunque no tenía la menor idea de que si en realidad estaba allí... debía vérmelas con todos allí, otra vez fue por mi culpa y ya estaba entendido de que todo el tiempo le causaba mal, pero ahora había sobrepasado la línea, ella había dado su propia vida por mi, por un maldito que merecía morir, que quería morir, tal vez podría haberle quitado la vida a un pequeño bebé que tenía toda una vida por delante. Rogué a dios miles de veces en mi mente, ése pequeño, ése pobre niñito inocente hijo de la mujer de mi vida... Me maldecí en voz baja y observé otra vez la acera en completo silencio. Al llegar y ver el auto de Austin en el estacionamiento suspiré pesadamente y caminé hacia la sala de espera decidido. El ruido de las puertas giratorias hizo que todos guiaran su vista hacia mi, su novio que estaba llorando sin parar se paró, se limpió las lágrimas y se colocó frente a mi.
-Tú le hiciste esto, ¿verdad? -Dijo furioso.
-Ashley, querido, tranquilízate, el único culpable fue el conductor. -Habló Daphne a mi defensa también con los ojos llorosos parándose.
-¡Claro que no, él me llamó! Seguramente la quisiste matar porque no quería estar contigo. -Tomó mis hombros con agresividad, levantó la mano para golpearme pero algo se lo impidió, Vic.
-Ya me tienen harto, ¿puedes dejar de tratar de comenzar problemas? Nadie tuvo la culpa, pero por lo único que debes preocuparte ahora es por la salud de _____ y tu hijo, no por el culpable. Ya pasó, no puedes volver el tiempo atrás y detener el auto, ¡déjalo en paz y tranquiliza tu ira de una vez demonios! -Ambos lo observamos sorprendidos, Ashley me soltó y se volvió a sentar, pero Vic siguió parado a mi lado. 
-¿Estás bien? -Negué con la cabeza tratando de contener las malditas lágrimas. -¿Quieres que salgamos para hablar?
-Luego, gracias. -Imité una media sonrisa, él asintió y recostó la cabeza sobre la pared, lo imité.

 Unas tres horas luego un doctor me observó dubitativo pero luego me quitó la vista de encima para hablar.
-¿Son parientes de ______ Worsnop Evans?
-Soy su madre, él su padrastro, su hermano, su prometido y los demás amigos. -Contestó Daphne muy nerviosa.
-Bien, necesito hablarles solamente en privado a usted y su marido si le parece bien. -Lo observé extrañado y ambos se alejaron. Unos minutos luego Daphne comenzó a negar con la cabeza llorando sin consuelo hasta caer de rodillas en el suelo sobre sus talones, Michael se agachó y tomó su rostro entre sus manos susurrándole algo, ella asintió y se paró secando sus lágrimas y abrazándolo, el doctor volvió a hablar y finalmente se alejó por donde había venido. Ella se acercó a nosotros a paso lento, Michael nos llamó disimuladamente a Ash y a mi, ambos nos dirigimos hacia ellos y Daphne suspiró.
-Por favor, no actúen como yo... el conductor dijo que tú estabas frente al auto pero ella te empujó y no alcanzó a frenar, éso quiere decir que te ama demasiado. -Dijo dirigiéndose hacia mi, Ash solamente observaba el suelo sin expresión. -Pero tú eres su prometido Ash, ustedes dos son lo más importante para ella, y sé que también hubiera dado la vida por ti, por éso quiero que tomen esta difícil decisión conmigo y les repito, no actúen como yo... -Trató de reír pero en vez de eso se le quebró la voz, luego se quedó un minuto en silencio hasta que volvió a hablar. -El doctor acaba de decirme que la vida del bebé también está en riesgo y que desgraciadamente debemos decidir entre la vida de _____ y Sav. 
-¿Sav? -Pregunté confundido.
-Savannah, ése iba a ser el nombre de nuestra hija. -Contestó Ash tapándose la cara para que nadie lo viera llorar. 
-No sé que decir, el bebé no es mío, no puedo tomar este tipo de decisión, obviamente mi respuesta es _____. -Dije dejando caer una pequeña lágrima que sequé al instante.
-Esto es demasiado difícil para mi. -Ash habló entre sollozos y Daphne lo abrazó.
-Para todos querido, para todos, pero hay que hacerlo.
-Que salven a _____, ya habrá otro momento para tener otro bebé y... me destroza, pero no puedo perderla, ella es mi vida entera. -Contestó al fin secando sus lágrimas, ella asintió con la cabeza, besó nuestras mejillas y llamó al doctor otra vez, volvimos a nuestros respectivos asientos menos yo, que me senté en el suelo abrazado a mis rodillas. Comencé a recordar nuestros momentos, era muy obvio que luego de esto me odiaría por siempre, maté a su bebé, no sabía que hacer, tenía la mente en blanco pero por lo menos no la había perdido. Tantas veces en el hospital por mi culpa, era horrible vivir con eso en la cabeza por siempre... de pronto sentí como mis párpados se cerraban lentamente hasta quedarme dormido. 


*Narra _____*

 Abrí mis ojos totalmente adolorida, sentía como si hubiera dormido un día entero y me dolía muchísimo la cabeza. Al notar toda la claridad de la habitación suspiré y recordé el auto golpeando mi cintura, traté de sentarme pero sentí un inmenso dolor allí.
-Tranquila princesa, no te aceleres. -Una mano fría acarició mi mejilla, volteé mi rostro hacia la voz y mostré una media sonrisa a Ash.
-Hola. 
-Hola. -Me besó levemente. -Me alegra que al fin despertaras.
-Yo también me alegro, pero me duele muchísimo la cabeza. 
-Ahora llamo a la enfermera. -Se paró pero tomé su mano haciendo que se volteara hacia mi.
-No me mates pero, ¿cómo está Andy?
-Mal, al igual que todos aquí. 
-¿Está aquí?
-Si, ambos dormimos aquí. Tuve ataques de ira unas dos veces pero ya estoy tranquilo... -Reí pero me callé ya que mi cintura volvió a doler, esta vez si soltó mi mano y salió por la puerta. Unos segundos luego volvió a entrar con la enfermera rubia algo mayor.
-Buenas noches cielo, ¿cómo te sientes? 
-Me duele mucho la cabeza y la cintura.
-¿Puedo observarte? -Asentí con la cabeza, luego observó a Ash. -No hay problema con él, es mi esposo. -Contesté adivinando sus pensamientos, ella asintió con una sonrisa, luego me destapó y quitó la gran venda que estaba en mi cintura, donde había una cicatriz y un enorme moretón, solté un quejido cuando rozó la herida con su dedo. Al acabar de observarme bien volvió a colocarme la venda y se dirigió hacia mi rostro, donde palpó mi labio, algo que me hizo soltar otro quejido, no me había dado cuenta de que tenía un pequeño corte allí.
-¿Te duele el brazo? -Preguntó, pero esta vez no me tocó. 
-Un poco. -Levantó mi manga en donde había otra venda tapando dos grandes cortes, un hilo unía la piel, algo que me provocó un escalofrío.
-¿Y el estómago? -Fruncí el ceño.
-No. -Asintió.
-Te colocaré un calmante en el suero, sentirás mucho sueño y te ayudará a dormir. -Asentí con la cabeza y luego de esto vertió con una jeringa un poco de líquido en la bolsa transparente que se encontraba encima de mi cabeza, conectando un cable a mi otro brazo. Al acabar salió de la habitación y Ash volvió a sentarse a mi lado acariciando mi cabello.
-Ashley, ¿qué le hicieron a Savannah? -Pregunté algo adormilada pero preocupada. Tomó mi mano y la besó.
-Duerme, mañana hablaremos. -Acarició mi cabello.
-¿Lo prometes? -Susurré.
-Lo prometo. - Sentí como mis párpados cerrarse sin poder aguantar el sueño un segundo más.

 Abrí los ojos al oír un llanto desesperado, observé a mi lado y Ash abría sus ojos adormilado.
-Tranquila, voy yo. -Besó mi frente y se paró, un minuto luego volvió con una pequeña niña entre sus brazos. -Creo que acabas de despertar a mami, Sav. -Dijo haciendo reír a la pequeña, era realmente preciosa, perfecta. La recostó entre los dos y la pequeña abrió mucho los ojos observando toda la habitación. 
-Es tan preciosa, se parece a ti. -Comenté acariciando su regordeta mejilla.
-También a ti, es la bebé más preciosa del universo. -La besó y yo reí.
-Claro que si.
-Son las dos mujeres de mi vida, esto es perfecto. -Me besó tiernamente.
-Una pregunta... ¿ya nos casamos? -Rió.
-Hace más o menos un año.
-¿Y qué hay con el accidente? -Frunció el ceño.
-¿De qué hablas? 
-Yo... yo y Andy.
-Oye _____, Andy falleció.
-¿Qué? 
-Lo lamento, pensé que lo habías superado, al fin y al cabo sucedió hace mucho tiempo...  -Volví a observarlo con cara de horror y luego la bebé volvió a llorar, la tomé en mis brazos pero se desvaneció por completo, al igual que toda la habitación y ahora me encontraba a un lado de la calle, sentada en el césped del parque con la cara llena de lágrimas iluminándome el rostro y el de Andy lleno de sangre, me paré al lado de mi silueta con expresión tranquila pisando los vidrios manchados de rojo hasta que el auto volvió a arrancar y me pisó.

 Abrí los ojos otra vez de golpe con la respiración agitada, la luz del sol entraba por la ventana pero la habitación seguía estando fría. Con cuidado tapé mis brazos con la sábana y volteé la cabeza hacia la silla, en donde Ash dormía plácidamente con la cabeza recostada a un lado de la almohada, acaricié su mejilla lentamente hasta que abrió los ojos y me sonrió.
-Hola princesa, ¿cómo te sientes?
-Hola, bien, ya no siento dolor... ¿tú?
-Si tú estás bien, yo también lo estoy. -Besó mis labios.
-¿Qué le sucedió a mi estómago? Tengo una gran cicatriz y estoy más delgada. -Su sonrisa desapareció. 
-No creo que sea el momento para hablarlo...
-No podrás ocultarlo toda la vida Ashley. Además, prometiste que cuando despertara me lo dirías... -Se quedó más o menos dos minutos en silencio acariciando mi mano y cuando miró mis ojos los tenía húmedos, fruncí el ceño con preocupación.
-Estabas muy grave, y Savannah también corría peligro... tuvimos que elegir entre tu vida o la suya.
-¿Qué? ¿Y por qué demonios no me dejaron morir? Ella... ella tenía una vida por delante, yo tengo 26 años, creo que la muerte me ha pasado por al lado unas treinta veces en las que tuve accidentes, la mayoría del tiempo estoy en hospitales y eso me enfurece, ¡deberían haberme dejado morir! -Dije entre sollozos tapando mi cara, él me observó sorprendido, trató de acariciar mi cara pero golpeé su mano.
-Ninguno de nosotros podría haber vivido sin ti...
-¡Qué egoístas son maldita sea! Le hurtaron la vida a una pequeña que ni siquiera había nacido, que tendría que haber vivido mucho más que yo. -Grité.
-Ya, tranquila prince...
-No me llames así, vete. 
-______...
-No hay "_____" que valga, ¡vete ahora mismo! -Sin oír más abrió la puerta y salió de allí, dejándome completamente sola llorando sin consuelo. Luego, ya más tranquila, sequé mi rostro y acaricié mi estómago... mi pequeña bebé, mi hijita, ¿por qué ella y no yo? Era tan injusto, era imperdonable. Volví a cerrar los ojos una vez más y de pronto me encontré en otro sueño profundo.

3 comentarios:

  1. Wow...siguela!!! Esta muy buena... :D

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  2. Nooo Sav pequeña niña *se pone en posición fetal y llora* sigue :')

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  3. :'( Savannah!! ... Seguila por fiss!! ohh Dios !! ojala no se vuelva realidad el sueño de rayita!! :CCCC :') segui Shiiii *-*

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