jueves, 30 de enero de 2014

Capítulo 5.

*Narra _____*

 Me desperté al sentir unas manos acariciando mi rostro, abrí los ojos lentamente y observé a Zack que me acariciaba la mejilla.
-Buenos días.
-Hola. -Contesté estirándome.
-Acaba de llegar el desayuno. -Asentí, me levanté desganada y ambos nos dirigimos hacia la cocina.
 Al acabar el desayuno salimos, Austin y Adam nos estaban esperando en la puerta.
-¿Hacia su empresa? -Pregunté, todos asintieron al mismo tiempo y nos dirigimos hacia el ascensor.
 Ya en el auto Austin comenzó a manejar hasta llegar al enorme edificio, donde todos nos bajamos y entramos hacia la recepción.
-Buenos días, ¿qué se les ofrece? -Preguntó la mujer de unos 40 años aproximadamente.
-Queríamos ver al señor Biersack. -Contestó Zack.
-¿Arreglaron una cita?
-No.
-Oh, bien, el señor Biersack se tomó unos días, volverá al trabajo dentro de unas cuatro semanas.
-¿Cuatro semanas? ¿Y no nos puede dar su dirección?
-Me temo que no, no puedo ofrecerles ése tipo de información, lo siento. Pero si quieren le dejo un mensaje.
-No, está bien, gracias. -Contesté y todos salimos hasta volver a subirnos al auto.
-¿Y ahora qué? -Preguntó Adam.
-¿No tienen su dirección?
-Mike dijo que se mudó con su novia y no pudo averiguar la dirección exacta, pero podemos ir a su antiguo departamento para preguntarle al nuevo inquilino si sabe algo.
-¡Entonces vamos! -Dije algo emocionada, comenzó otra vez a manejar hasta parar en otro enorme y lujoso edificio. Volvimos a bajar y Austin presionó uno de los botones del portero mecánico.
-¿Si?
-Hola, queríamos hacerle algunas preguntas sobre la persona que vivió aquí antes de usted.
-Es mi yerno, puedo hablarle sobre él. -Rió y nos dirigimos hacia el ascensor y a llegar al piso 16 caminamos a la puerta del departamento, tocamos y una bonita señora mayor rubia y bajita.
-¡Cuántos niños! Pasen por favor. -Volvió a reír tiernamente y nos dio la mano a todos mientras entrábamos. -Siéntense por favor. -Apuntó a un enorme sofá aterciopelado rojo y todos nos sentamos, ella en un sillón de tamaño más reducido pero igual que éste. -Mi nombre es Julia. 
-Mucho gusto señora, nosotros somos Austin, Adam y _____. Como le decía, veníamos a preguntarle sobre Andy, es o era nuestro amigo y vinimos a visitarlo. Venimos de California y él se mudó aquí sin siquiera despedirse, solamente queríamos verlo.
-Bueno, comenaré por lo principal. Me regaló éste departamento para mi cumpleaños, es muy adinerado, tanto que me incomoda. -Rió y nosotros la seguimos. -Oh, si, él conoció a mi hija en un vuelo desde California, ya me había contado... No sé si hoy o mañana estarán disponibles, el sábado se casan y quieren relajarse un poco luego de los grandes preparativos que han hecho. Puedo darles una invitación, en seguida se las traigo. -¿Andy se casa? Wow, jamás lo hubiera imaginado, ¿soy tan fácil de olvidar? Se paró y un minuto después volvió con un sobre color gris cerrado con una cinta negra, le quité el nudo y quité la tarjeta blanca de adentro, que decía la fecha y el lugar en bonita letra cursiva. 
-Espero verlos allí, ¿necesitan algo más? ¿un té? 
-Claro que estaremos allí señora Julia, y no, gracias, debemos irnos. -Le sonreí.
-Por favor, solamente Julia querida. Está bien, los acompaño. -Se volvió a parar y ésta vez todos la seguimos, volvimos a darle la mano.
-Gusto en conocerla Julia, gracias por la información.
-No hay de qué, nos vemos el sábado chicos. -Salimos del departamento y ella agitó la mano una vez más en forma de saludo, nos volvimos a subir al ascensor pero nos topamos con... ¿Andy? Estaba junto con una chica rubia, la que supuse que era su ahora prometida. Me observó muy sorprendido, como si hubiera visto un fantasma.
-¿Andy? ¿Estás bien? Salgamos... -Le dijo la bonita chica, pero él se quedó inmóvil fuera del ascensor, sin decir una palabra.
-¡Andy! -Gritó Austin, haciendo que parpadeara un par de veces y me quitara la vista. 
-L...lo siento Tay. Hola Austin, Adam, _____, tanto tiempo sin verlos. -Contestó con una media sonrisa perplejo.
-Verdad que si, ni siquiera te despediste. -Golpeó su hombro despacio. 
-Taylor, quiero presentarte a mis amigos... Ella es _____ Worsnop Evans, él Austin Carlile y él Adam no sé cuánto. -Reímos- Supongo que vienen de California. Chicos, ella es mi prometida, Taylor Momsen. -Ella nos dirigió una sonrisa amable y feliz estrechando nuestras manos.
-Gusto en conocerlos a todos. -De pronto su sonrisa se borró y miró a Andy horrorizada, luego a mi y otra vez a Andy. 
-¿Sucede algo cariño? -Preguntó tomando su mano.
-_____... -Contestó mirando al suelo, yo la observé intrigada.
-¿Qué sucede conmigo? 
-Tú eres _____. -Repitió mirándome a los ojos, yo reí.
-Si, creo que si. -Todos fruncieron el ceño, Andy me volvió a observar pero no pude descifrar su mirada, era de... ¿frustración? ¿tristeza? ¿enojo? ¿Enojo por qué? ¿Tristeza porque me extrañó? Claro que no, se casará en dos días, obviamente no me extraña, tiene una vida después de mi, y está perfecto, ni siquiera lo conozco... 
-Lo lamento muchísimo. -La sonrisa de Taylor volvió a aparecer de pronto. 
-¿Qué hacían aquí? 
-Solamente queríamos ver si estabas bien, como no sabíamos nada de ti desde que _____ volvió a California estábamos preocupados. -Contestó Zack por mi y tomó mi mano. 
-Estoy perfectamente como verán. -Le sonrió a la chica y ella se la devolvió con una mirada llena de amor. -¿Necesitan algo más? ¿Alojo o algo? ¿Cuándo se van?
-Luego del sábado creemos.
-Seguramente mamá les dio la invitación, está más emocionada que nosotros dos. -Todos reímos. 
-Si, tu madre es una persona muy agradable Taylor. -Contesté con amabilidad.
-Lo sé, le tiene mucha confianza a las personas, es en verdad increíble. 
-Es igual a ti. -Le susurró Andy, haciendo que soltara una risita. 
-Bien, creo que debemos irnos, felicidades a ambos y nos vemos el sábado, también estamos emocionados. -Dijo Austin riendo, nos volvimos a estrechar las manos pero cuando sentí el tacto de Andy sentí un fuerte escalofrío recorriendo mi cuerpo, lo solté, le sonreí y nos subimos al ascensor.

*Narra Andy*

Al acabar ésa rara conversación con los chicos creo que seguía perplejo... Oh dios mío, seguía tan hermosa como siempre, y ahora se veía mejor que antes, con su esbelta figura y su bonita ropa, casi como cuando la conocí pero mucho más adulta. Traté de reprimir un sollozo al ver una cicatriz de corte en su cuello y su mentón. No podía salir del shock, tenía ganas de correr hacia ella y abrazarla con todas mis fuerzas, pero no podía, ¡me casaré en dos días! Y estaba seguro de que Taylor era la mujer perfecta, con la que quería pasar el resto de mi vida. Sentí el sacudón de mi brazo.
-Andy, por favor, respóndeme.
-¿Qué? Lo lamento, estaba distraído.
-¿Quién es ella?
-Es una amiga Taylor.
-No me engañes, debe ser alguien importante para que digas su nombre en sueños. ¿Acaso es tu ex?
-¡Claro que no! Oye, por favor, no discutamos. Ella es pasado, es una amiga que en verdad extrañaba, solamente una amiga, ¿bien? 
-No lo sé. -Contestó dudosa mirando al piso, levanté su barbilla haciendo que me observara a los ojos.
-Confía en mi, eres la única y siempre lo serás, ella es... no lo sé, es ella, es mi amiga, o lo era en un pasado. -No contestó. -Taylor, por favor. 
-Está bien. -Besó mis labios y volvió a tomar mi mano llevándome hacia el departamento de su madre, que apenas abrió la puerta nos abrazó fuertemente.
-Acaban de irse unos amigos tuyos Andrew, les di una tarjeta para la boda. -Rodé los ojos.
-Julia, dime Andy por favor. 
-Me gusta Andrew. -Me tomó de la mano llevándome hacia el sofá donde nos sentamos, yo reí.
-Bien, si a ti te gusta llamarme así... -Es impresionante lo iguales que eran respecto a la personalidad, tanta confianza y amabilidad. Y por unas horas olvidé por completo el encuentro de unos minutos con ella... la mujer que alguna vez fue mi todo... 


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