Capítulo 10.

 *Narra _____*

La luz que entraba por la ventana me cegó, pero no le di importancia y me levanté muy adormilada, creo que fue una de las mejores noches de toda mi vida. La cama es asombrosa, más cómoda que nada. Observé a mi lado pero Adam ya no estaba allí, me levanté y me dirigí hacia el baño, donde me di una rápida ducha, el baño también era asombroso.
Adam estaba en la cocina, sentado en la mesa viendo la televisión.
-Buenos días. -Casi susurré, se dio la vuelta y me dirigió una sonrisa.
-Buenos días, ¿qué tal dormiste? 
-Perfectamente, nunca dormí en una cama tan cómoda. -Me sentía muy feliz.
-Me sucede lo mismo. -Volvió a darse la vuelta hacia la tele. 
-Oye, tengo que hablar contigo sobre algo... -Otra vez giró su cabeza y me observó algo confundido.
-¿Sobre qué? Dime.
-Bien, hmm, volveré con mi... novio, y mi familia.
-¿Qué?
-Como escuchaste. -Bajé la mirada.
-¡Pero ni siquiera los recuerdas! ¿Me dejarás solo? 
-Por favor Adam, son mi familia.
-Qué sabes si solamente quieren encontrarte para... no sé, matarte.
-¿Matarme? ¿Qué parte de son mi familia no entiendes? 
-No, no te dejaré ir.
-Tendrás que hacerlo, porque lo haré.
-¡Pero, simplemente ni los conoces! ¿Cómo puedes irte con alguien que no recuerdas?
-¡Ya! ¿Acaso estás celoso? Déjame vivir la vida, yo puedo hacerlo, apenas eres un niño de 17 años para decirme que hacer. -Salí de allí y corrí hacia la habitación, donde me cambié la ropa otra vez y tomé la cartera robada, cuando miré hacia la mesa observé que Adam me observaba herido. -Oye... lo lamento. -Toqué su hombro, pero quitó mi mano.
-Ya, vete, es lo que quieres, ¿no? No te detendré, solamente soy un niño de 17 años, no puedo decirte que hacer. -Gritó furioso y caminó hacia la habitación otra vez. Ya habíamos perdido el desayuno, era la una de la tarde, tomé mi teléfono y marqué el número de Marion, me contestó en un segundo. 
-¿Qué quieres? -Se escuchaba agitado.
-Necesito los nombres de los chicos, los buscaré.
-El grande, tu hermano, es Danny Worsnop. El alto, tu novio, Andy Biersack. El fuerte, tu ex, Zack Merrick. -Cortó sin decir una palabra más. Encontré unos lindos lentes dentro de la cartera, me los coloqué, até mi cabello aún húmedo y salí por la puerta, observé a mi alrededor y los tres chicos de ayer me miraban sorprendidos, wow, fue mas fácil y rápido de lo que pensé.
-Hmm... hola. -Dije mostrándoles una media sonrisa, ahora era el momento. 
-Hola. -El chico de mis sueños se paró y me miró como si esperara algo.
-Hola... Andy. -Me miró sorprendido.
-¿Me recuerdas? -Asentí con la cabeza y me abrazó fuertemente. -Oh dios nena, no lo puedo creer, pensé que no te recuperaríamos. -Besó mis labios haciendo que me alejara un poco de él.
-Tranquilo. -Reí, los otros dos chicos me esperaban en fila, Andy se alejó un poco y le dejó espacio al gran chico rubio, Danny.
-Hola hermano. -Tenía los ojos llenos de lágrimas, también me abrazó y besó mi cabello una y otra vez.
-Te extrañé mucho pequeña. 
-Y yo a ti. -Ésto era muy raro. Se volvió a alejar y el chico fuerte también me abrazó fuertemente.
-Pensé que no te volvería a ver. -Susurró en mi cuello, sentí un escalofrío.
-Yo también Zack. -Se alejó, los tres me sonrieron y Andy me tomó de la mano.
-¿Volvemos a casa?
-Hmm, no, quiero quedarme un poco más aquí con ustedes. -Le sonreí.
-Como quieras. -Se encogió de hombros y me devolvió la sonrisa. -Pero ahora vamos a almorzar. -Asentí con la cabeza. Andy me tomó de la mano, haciendo que sintiera un escalofrío, pero no le di importancia y caminé junto a él, que de vez en cuando me miraba.
-¿Por qué me miras tanto? -Pregunté algo incómoda, pero tratando de parecer divertida.
-Porque no puedo creer que seas tú otra vez, ya no te dejaré ir nunca más. -Le sonreí, pero me sentí más incómoda que antes. Cuando llegamos a la gran camioneta negra me abrió la puerta trasera, me subí y se subió a mi lado, Danny manejaba y Zack estaba de copiloto, comenzó a manejar.
-Mamá morirá cuando se entere de que estás bien y viva. 
-¿Cómo está ella?
-Bien, tiene un nuevo novio, es bastante agradable. 
-Danny... no le contaste sobre tu padre. -Susurró Zack. 
-M*ierda, cierto. Pequeña, papá murió. 
-¿Cómo? -Pregunté tranquilamente.
-Estaba viajando y comenzó a llover a cántaros, por culpa de la niebla no pudo ver que un camión venía frente a él y bueno... chocaron, él no sobrevivió. -Traté de que algunas lágrimas cayeran, pero no lo logré, cerré los ojos y tapé mi boca.
-Tranquila nena. -Dijo Andy frotando mi espalda.
-Estoy bien. -Susurré, "sequé" mis ojos y pestañeé un par de veces. -Al fin y al cabo todos morimos alguna vez, iba a suceder. -Los tres me miraron sorprendidos, pero se quedaron callados, hasta que Andy volvió a hablar.
-¿Cuándo recordaste todo?
-Ayer, me escapé del hospital y bueno... escuché tu conversación y luego lo recordé todo.
-Oh, la charla con mi madre. -Asentí con la cabeza.
-¿Por qué estabas en el hospital?
-Juliet me acuchilló.
-Oh, ¿por qué?
-Fui a buscarla para que me dijera donde estabas. -Asentí con la cabeza sin nada que decir, ¿qué era Juliet de Andy? ¿ex novia? ¿una... amiga o familiar con sed de venganza? Cuando la camioneta se paró frente a un lindo restaurante, todos nos bajamos y entramos. Nos dirigimos hacia una mesa y, como esperaba, Andy se sentó a mi lado.
-Dime, ¿qué has hecho éstos años? -Preguntó Zack.
-Nada... vivir en un asqueroso refugio, drogarme, pelear con gente... 
-Un refugio es mejor que estar en la calle, ¿Juliet hizo que entraras a las drogas?
-No, un amigo. -Mentí.
-Que gran amigo. -Susurró.
-Era lo único que tenía, digo... en una ciudad desconocida, no conoces a nadie, lo único que puedes hacer es drogarte, mi vida fue cuesta abajo. Ya, dejemos de hablar sobre éso y cuéntenme un poco sobre mi, no recuerdo mucho todavía, solamente a ustedes. 
-Bien, te diré... cuando naciste eras muy fea, luego te volviste algo bonita y luego más y más hasta convertirte en ti, la amante de las fiestas y los chicos. ¿Parejas? Tu primer novio fue un idiota llamado Michael, a los 10 años, luego otro idiota llamado Justin, luego otro idiota llamado Kellin y por último otros dos idiotas llamados Zachary y Andrew. -Me contestó Danny, yo solamente reí.
-Bien, soy sensacional. -Los tres rieron.